Espectacular persecución la que este miércoles se ha vivido en las comarcas gerundenses. Todo ha empezado sobre las doce y media del mediodía, cuando la Gendarmería francesa ha alertado a los Mossos d'Esquadra que estaban persiguiendo un coche que se había saltado el control aduanero, había atravesado la frontera con Catalunya y huía a toda velocidad por la AP-7 desde la Jonquera en dirección sur. El vehículo huidizo circulaba de forma temeraria y poniendo en riesgo al resto de usuarios con varias patrullas detrás de él, hasta que han llegado a los alrededores de la ciudad de Girona.
Agentes de Tráfico de la policía catalana ha cerrado los accesos y salidas de la autopista desde Girona nord, en Sant Julià de Ramis, hasta Girona Sud, en Salt, para evitar que se pudiera escapar por vías secundarias. Sin embargo, el vehículo, un Mercedes de alta gama, ha intentado salir por el antiguo peaje de Salt, momento en que, después de 64 kilómetros de persecución por territorio catalán, ha acabado chocando contra una furgoneta y ya no ha podido seguir con la huida. El vehículo con el cual ha impactado ha sufrido daños, pero no ha habido heridos. Los dos ocupantes del vehículo fugado, dos chicos de 19 y 17 años de nacionalidad belga, han quedado detenidos.
Huían con un coche robado en Bélgica
Al identificar los datos del vehículo en el cual los dos jóvenes estaban huyendo, los Mossos han comprobado que constaba como robado en Bélgica, el mismo país de donde son originarios los dos jóvenes. Además, su estado después de la larga persecución era lamentable, con dos neumáticos reventados hasta el punto que en el lado derecho del vehículo solo tenía las dos llantas. Con respecto al conductor del vehículo, el chico de 19 años, ha quedado acusado por un delito de conducción temeraria, otro por resistencia y desobediencia a los agentes de la autoridad, por robo de uso de vehículo, por falsedad documental y por conducir sin haber obtenido nunca el permiso para hacerlo. Está previsto que en los próximos días los dos arrestados sean entregados a la autoridad francesa, ya que era la Gendarmería quien los había empezado a perseguir al saltarse un control en Francia.
