Autosecuestro en Sabadell (Barcelona). Un hombre de 52 años se ha hecho pasar, presuntamente, por unas personas que lo habían raptado para pedir un rescate a su madre. Los hechos se remontan a la tarde del pasado 20 de marzo cuando la progenitora recibió una serie de mensajes en el móvil donde la alertaban de que su hijo estaba secuestrado y exigían el pago de 2.500 euros como condición para liberarlo. En caso de que no satisficiera el pago los secuestradores amenazaban con que la consecuencia inmediata era que le provocarían lesiones. Preocupada por los mensajes que había recibido horas más tarde la mujer se dirigió a la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Sant Cugat del Vallès para presentar la correspondiente denuncia.
Una vez la policía catalana tuvo conocimiento de los hechos, la Unidad Central de Secuestros y Extorsiones de la División de Investigación Criminal (DIGO) se hizo cargo del caso y abrió una investigación. Aunque finalmente resultó ser un secuestro falso, se tenía que tratar y se dio toda credibilidad al rapto, para el que se activaron los recursos habituales en estos casos con el objetivo de localizar y liberar al hombre. Pero poco duró lo historia que el individuo había hecho creer a su madre: los investigadores descubrieron que el presunto secuestrado se encontraba en el centro de Sabadell y que se lo había visto mientras caminaba por la calle.
Pillado en el centro de Sabadell: no consigue sostener el relato del secuestro
Esto hizo que los agentes se movilizan para contrastar que se trataba de la misma persona. Y así fue: era el hombre de 52 años supuestamente secuestrado y no tenía ninguna privación de libertad. Sin embargo, el hombre intentó relatar que había sido raptado previamente, pero no consiguió sostener el relato y reconoció a los Mossos d'Esquadra los hechos reales. Él mismo había enviado los mensajes a su madre para extorsionarla con la finalidad de conseguir dinero para afrontar unas deudas personales que había contraído. El individuo ha quedado detenido y ha pasado a disposición judicial, el magistrado correspondiente después de escuchar su declaración ha decretado su libertad con cargos.