Conmoción en California por un nuevo asesinato de un hombre afroamericano a manos de la Policía. Anthony Lowe, un hombre de 36 años, murió el pasado jueves 26 de enero al ser abatido por la policía de Huntington Park, una localidad situada en el sur de Los Ángeles (Estados Unidos). Lowe tenía las dos piernas amputadas y se desplazaba en silla de ruedas, hecho que, presuntamente, no le impidió atracar a una persona a punta de cuchillo y la hirió con el arma.
Acababa de apuñalar a una persona
La policía acosó Lowe por haber apuñalado supuestamente a un peatón, momentos antes. En torno a las cuatro de la tarde, hora local, los agentes del departamento de policía de Huntington Park recibieron un aviso informando de que se había producido un apuñalamiento a la altura del número 2400 de la calle Slauson Avenue. Al llegar al lugar de los hechos, la policía encontró a la víctima con una grave herida de arma blanca.
Según el informe de la policía, la víctima del apuñalamiento les describió el ataque perpetrado por un hombre negro en silla de ruedas quien "bajó de la silla, se le acercó y, sin ningún tipo de provocación, le clavó el cuchillo en el costado" antes de huir del sitio montando en su silla de ruedas. La víctima fue trasladada a un hospital en estado crítico.
Los amenazó con el cuchillo
La policía, entonces, empezó a buscar al sospechoso por la zona, y lo encontraron a un par de carreras de donde había cometido la agresión. Según recoge la CNN, los policías le ordenaron que se detuviera, pero el hombre hizo caso omiso e, incluso, los amenazó con el cuchillo. En aquel momento, le dispararon con pistolas Taser, que no dieron impresión. Cuando el sospechoso bajó de la silla de ruedas e intentó huir, los agentes le empezaron a disparar, hiriéndolo hasta diez veces.
Anthony Lowe fue declarado muerto en la escena del tiroteo. Su familia ha iniciado una campaña de protestas por su asesinato, asegurando que su caso es una muestra más de violencia policial contra personas afroamericanas.