El hipopótamo asesino. Este animal engulló a un niño de tan solo dos años en la puerta de su casa en Uganda. Concretamente en el distrito de Katwe-Kabatoro, cerca del lago Katwe, a 800 metros de la vivienda familiar. El pequeño fue cogido desprevenido este 4 de diciembre y se lo llevó sin problema a la boca. Pero, afortunadamente, no llegó a comérselo ni matarlo. Lo tuvo unos cinco minutos entre sus colmillos, según han informado las autoridades del país africano, hasta que un hombre que se encontraba por la zona se dio cuenta de que lo tenía atrapado pero todavía con vida y empezó a lanzarle piedras al paquidermo.

Las piedras asustaron al hipopótamo y escupió el niño

El pueblo donde vive el niño está rodeado por el parque nacional Reina Isabel y el propio lago Katwe, donde los hipopótamos son una amplía comunidad y se acercan a las zonas residenciales. Esto provoca que sea un área de riesgo para la población. Pero partiendo de esta peligrosidad la suerte de que un hombre pasara por allí, Chrispas Bagonza, y se diera cuenta de que el paquidermo lo estaba intentando devorar fue crucial para que pudiera salir con solo unas heridas. El salvador empezó a tirarle piedras al animal, una detrás de la otra y sin cesar, con el objetivo de que se asustara o como mínimo escupiera el niño. Y funcionó: abrió la boca y lo dejó caer al suelo.

El niño de dos años que estuvo cinco minutos en la boca de un hipopótamo, antes de que este lo vomitara, estaba herido, aunque en un principio lo daban por muerto. En cualquier caso, lo llevaron de urgencia al hospital de Bwera (Uganda). Vieron que solo tenía agarrada una mano. Fue vacunado contra la rabia y le curaron todos los daños que le provocó el mordisco casi mortal del gigantesco animal africano y ya está en casa recuperándose.

El hipopótamo volvió al lago

El paquidermo, asustado por las piedras que le tiró Bagonza para salvar al niño, volvió al lago. Sin embargo, la Policía de Uganda ha alertado a los residentes que viven cerca de santuarios y hábitats de animales salvajes de que estos son muy peligrosos. "Instintivamente, los animales salvajes ven a los humanos como una amenaza y cualquier interacción puede hacer que actúen de manera extraña o agresiva", han explicado en un comunicado.