La Gendarmería francesa ha localizado el cuerpo sin vida de Txell Fusté, la excursionista manresana de 52 años que el pasado mes de diciembre desapareció, junto a su pareja, cuando intentaban hacer la cumbre de Rulhe, en la región francesa de Ariège. El cuerpo del hombre, Esteve Carbonell, fue encontrado por un grupo de excursionistas el pasado 1 de junio, y desde entonces se había estado buscando a la mujer por la misma zona, ya que sospechaban que debían de estar muy cerca el uno de la otra. Finalmente, este jueves, ha podido ser encontrada acurrucada bajo una roca a unos 80 metros de donde se encontró a su pareja, en un punto que hasta ahora todavía había sido cubierto de nieve.

Seis meses desaparecidos en el Pirineo

El rastro de Txell y Esteve se perdió el pasado 7 de diciembre. Después de dejar la furgoneta en el aparcamiento del plano de Peyres y pasar por el refugio de Rulhe, contactaron con su familia y empezaron el camino de ascenso. Desde entonces, sin embargo, ya no se volvió a tener noticias suyas. Los dos excursionistas se vieron sorprendidos por una fuerte tormenta de niebla, viento y nieve que los atrapó. Los equipos de rescate de la Gendarmería francesa y los Bombers d'Andorra, con el apoyo de varias unidades de los Bombers de la Generalitat, hicieron varias búsquedas por la zona y por los diferentes refugios y cuevas, pero todo estaba lleno de nieve y fue imposible localizarlos. Lo único que encontraron fue su furgoneta, con un perro dentro.

Durante seis meses estuvieron completamente desaparecidos, hasta que el pasado 1 de junio, una vez la nieve se había empezado a fundir, un grupo de excursionistas encontró el cuerpo de Esteve a pocos metros de la cima. Sus restos fueron trasladados al forense a fin de que confirmara su identidad y determinara las causas de la muerte. Los equipos de rescate de la Gendarmería, una vez el tiempo lo permitió, reanudó la búsqueda de Txell por la zona hasta que este jueves, doce días después del encuentro de Esteve, también se la ha podido encontrar a ella.