Los ladrones no desisten en su empeño de engañar a las personas mayores, por cualquier método disponible, y poder robarlos directamente en su casa. La táctica más extendida es hacerse pasar por técnico del gas que llega para hacer una revisión, entrando en los pisos de las víctimas sin levantar sospechas y saliendo de allí cargados con sus objetos de valor. La policía catalana avisa ahora de un nuevo método: una mujer con delantal llama a la puerta diciendo que es la empleada del hogar del piso de arriba, y se le ha caído alguna prenda de ropa al balcón, por si puede entrar a cogerlo. En caso afirmativo, se asegura de que la puerta de entrada queda abierta para dejar entrar a su compañero, quien saquea el domicilio de joyas y dinero antes de esfumarse.

El pasado 14 de febrero, los Mossos d'Esquadra pillaron a una mujer de 30 años y a un hombre de 24, que se dedicaban precisamente a robar en casas de ancianas de Barcelona. Empezaron su actividad delictiva el pasado mes de noviembre, y se les atribuyen, al menos, cinco robos de estas características.

Escogían a las víctimas antes de entrar a robar

La investigación, liderada por los agentes de la Unidad de Investigación del distrito de Sants-Montjuïc, se inició después de que se denunciara un robo en un piso de la calle Ca l'Alegre de Dalt, en el barrio de Gràcia, a finales de noviembre. Durante los siguientes cuatro meses, la policía catalana registró más denuncias que describían hechos con un modus operandi idéntico: una supuesta trabajadora del hogar entra al inmueble para coger alguna cosa que se le ha caído al balcón o al patio interior y, poco después de marcharse, la propietaria del inmueble se da cuenta de que le faltan joyas o dinero en efectivo.

Además de actuar siempre de la misma manera, los ladrones escogían muy bien a las potenciales víctimas. Acechaban por las inmediaciones de supermercados donde escogían a mujeres mayores, de entre 85 y 92 años, preferiblemente con movilidad reducida y que vivieran solas. Los ladrones, que los Mossos sospechan podrían pertenecer a una banda especializada en este tipo de robos, se hicieron con más de 300.000 euros en joyas siguiendo esta metodología.

 

No descartan más detenciones

Los Mossos tienen hasta ahora cinco denuncias formales, pero durante la investigación pudieron constatar que habrían intentado a robar en más pisos, pero no los dejaron entrar. Después de identificar a la principal sospechosa, la pudieron localizar en un domicilio de Barcelona, donde la detuvieron junto con su compañero. Durante el registro de su piso se encontraron pasaportes y permisos de conducir de diferentes países e identidades, seguramente falsos, así como 10.000 euros en efectivo y una gran cantidad de joyas cuyo origen están intentando determinar para poder devolverlas a sus propietarios.

La mujer está acusada de los cinco robos, mientras que el hombre solo de dos, y el pasado 16 de febrero pasaron a disposición judicial. Mientras tanto, la operación continúa en marcha, ya que los investigadores no descartan hacer más detenciones, al considerar que los dos detenidos forman parte de un grupo más grande dedicado a hurtar en domicilios de la capital catalana.