Los Mossos d'Esquadra, junto con la Policia Local de Agramunt, buscan al autor, o autores, que este miércoles, 10 de diciembre, se hicieron de oro robando con el método del descuido a los ciudadanos que visitaron el mercado semanal de este municipio del Urgell de poco más de 5.600 habitantes. Según ha confirmado ElCaso.com con los Mossos d'Esquadra, la policía catalana trabaja ahora para identificar a los individuos que, en lugar de hacer comercio y ganar el dinero de manera lícita, han decidido hacerse ricos empobreciendo a los demás. Los atacantes, de hecho, actuaron en solo treinta minutos, entre las doce del mediodía y las dos menos cuarto. El modus operandi siempre era el mismo: buscaban a la víctima y esperaban a que estuviera distraída, mirando el producto o haciendo cualquier pago y, después, aprovechaban que la atención no estaba centrada en sus objetos personales para cometer el hurto. En total, los ladrones se llevaron dos carteras y tres teléfonos móviles.
La oleada de robos, sin embargo, no acabó en el mercado. Según ha informado el Diari Segre, los ladrones también cometieron dos robos en el interior de dos domicilios. El primero, cometido el mismo miércoles, en un piso de la avenida Catalunya. El segundo, un día después, el jueves, 11 de diciembre, en un inmueble de la calle Pompeu Fabra. Los investigadores de los Mossos d'Esquadra trabajan ahora para identificar al autor de los robos y así poder detenerlos. De momento, no se descarta que todos los incidentes los haya cometido la misma persona o, por el contrario, diferentes delincuentes hayan actuado coincidiendo en espacio y tiempo.
¿Cuál es el método del descuido?
El método del descuido es una técnica muy habitual entre los ladrones, que aprovechan cualquier distracción de sus víctimas para poder llevarse sus pertenencias. La manera de actuar, sin embargo, puede cambiar. Mientras que algunos individuos se acercan, aparentemente de manera inofensiva, a las víctimas para interactuar —ya sea pidiendo una dirección, preguntando la hora o dejando caer algunas monedas—, otros aprovechan que la víctima no está atenta de sus objetos de valor —porque está haciendo una compra o mirando el teléfono móvil.