Hace solo dos días, la sociedad se conmocionaba ante la noticia de dos brutales violaciones a dos chicas menores de edad ocurridas en Burjassot (Valencia). Los presuntos agresores eran cinco chicos de entre quince y diecisiete años que actuaron en grupo, mientras que las víctimas, una de las cuales presuntamente sufrió una violación grupal, tenían doce y trece años. Las familias de las víctimas, así como las de los presuntos agresores, han hablado con los medios para dar sus versiones de los hechos, que se contradicen entre sí.
Desde que se ha conocido la noticia, todo ha ido a muy deprisa: la policía detuvo a los cinco chicos, pasaron a disposición judicial y hoy por la mañana han quedado en libertad. La Fiscalía solicitaba una condena de internamiento en un centro de menores para cuatro de los presuntos agresores, y una medida de libertad vigilada para el quinto. No obstante, en una decisión que mucha gente ha considerado "sorprendente", la jueza ha decretado la libertad vigilada por los cinco menores, aunque ha impuesto la prohibición que se acerquen a las menores a menos de 200 metros, así como que se comuniquen con ellas. Los jóvenes han salido de los juzgados animados por los mensajes de ánimo y de apoyo de familiares suyos y ciudadanos del municipio.
Las familias de los agresores los defienden: "Fue consentido"
El Programa de Ana Rosa, de Telecinco, ha emitido una entrevista en exclusiva con varios familiares de los menores acusados por la presunta agresión sexual. La madre de uno de ellos relata al programa que se pasó toda la noche al hospital después de conocer los hechos, y que su hijo se quedó en choque al escuchar las noticias. La mujer añade: "Él nos dijo que era inocente, que no había sido y que todo fue consentido, pero que en ningún caso fue una violación. Mi hijo no es un violador". Por otra parte, el tío de uno de los otros menores investigados, ha defendido a su sobrino en el mismo programa con el siguiente argumento: "Estamos seguros al cien por cien [que no lo hicieron]. Los niños se han criado en un barrio humilde y no tienen estas iniciativas". Finalmente, la tía de uno de los otros menores ha criticado la versión de los hechos de las chicas, aventurándose a decir que "antes cometerían uno atraigo o tendrían una pelea de calle que llegar a hacer alguna cosa forzada, y menos un acto sexual".
No obstante, los análisis forenses que los médicos practicaron a las dos menores corroboran que, en el momento de las pruebas, había claros indicios que las niñas habían sufrido una agresión sexual. Este hecho, sin embargo, no lo han comentado los familiares de las víctimas, ni tampoco parece que se haya tenido en cuenta durante el juicio.
Los familiares de los agresores sostienen que las chicas mintieron
La versión de los hechos que han dado los familiares de los agresores, basada en lo que les han explicado los mismos menores, presenta diferencias con la expuesta durante el juicio por las víctimas. La madre de uno de los presuntos agresores expone que las chicas motivaron el encuentro físico con los chicos y que les mintieron sobre su edad, diciendo que tenían catorce años en lugar de doce y trece años, diciendo que: "Ellas sabían lo que iban a hacer". Acto seguido, afirma que las chicas volvieron a contactar a los chicos.
La versión de los familiares de los agresores se contradice con la de las víctimas
Por otra parte, la versión expuesta por los familiares de la víctima contradice la de los familiares y la de los presuntos agresores. Según han relatado, las dos chicas habían quedado con dos chicos después de mantener una serie de conversaciones a través de las redes sociales. El lugar donde decidieron verse era en Burjassot y, una vez allí, los chicos las llevaron hasta una casa abandonada donde ellas no habían estado nunca. Dentro de la casa, uno de los chicos violó presuntamente a una de las niñas. La primera víctima consiguió escapar, pero la otra niña no lo consiguió, ya que en aquel momento "llegaron cuatro o cinco jóvenes más", según ha explicado la madre de la chica; fue entonces cuando se produjo la presunta violación grupal a la menor. Mientras tanto, la otra chica, completamente desorientada, contactó con una tercera amiga para que alertara a sus padres de todo lo que había pasado. Finalmente, consiguieron localizar a las menores, que al principio atribuyeron los mensajes a una broma. La madre de una de ellas, sin embargo, escuchó como horas después a las chicas hablaban del asunto, y decidió llevarlas al hospital para que les realizaran pruebas. Los análisis forenses determinaron que había indicios que las chicas habían sufrido una agresión sexual. La jefa de redacción de sucesos del medio Levante-EMV, que además es la madre de la tercera amiga que dio la alarma a los padres, ha aportado algunos detalles más de los hechos en las cámaras de Telecinco: "una de ellas se niega a mantener relaciones sexuales completas, pero el médico forense dice que hay señales compatibles con una agresión sexual". Por ahora, la Policía Nacional mantiene abierta la investigación.