Un sargento de la Guardia Civil fue sancionado para orinar en la cuneta en Extremadura el mes de septiembre del año pasado. Acababa de multar otro conductor por haber hecho lo mismo. El Tribunal Supremo ha confirmado ahora la sentencia.

La patrulla denunció al hombre orinando

El Guardia Civil iba acompañado de un compañero cuando estaban patrullando en el interior de un vehículo. Los dos Guardias Civiles vieron un coche aparcado en el arcén de la autovía de Extremadura. Al lado del vehículo vieron a un hombre orinando. Cuando le preguntaron, el conductor respondió que había parado a mear. La patrulla anunció que lo denunciarían, según ha explicado Informacion.es.

La denuncia se hizo porque había dejado el vehículo en el arcén sin ninguna señalización. En más, concretaron de lo que había ninguna causa de que lo justificara. A doscientos metros había un área de servicio.

guardia civil hombre y coche / Europa Press

Imagen de archivo de la Guardia Civil / Europa Press

El sargento orinó delante del multado

Después de cobrar la multa, el sargento le dijo a su compañero que se marchaba un momento. Bajó por la cuneta y en unos cuantos metros se puso a orinar detrás de unos matorrales. El conductor multado seguía presente y se quejó.

La Sala de lo Militar del alto tribunal declaró una sentencia por la actuación del Guardia Civil. El sargento perdió dos días de trabajo con la suspensión de sus funciones a causa de la falta leve que cometió. El Régimen Disciplinario de la Guardia Civil sanciona cualquier desobediencia o incorrección hacia los superiores o subordinados.

El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia

El guardia no estaba de acuerdo con la sentencia. Hizo llegar la revisión de la causa al Tribunal Supremo. El Tribunal ha posicionado a favor de la sentencia. Considera que su actuación ha sido una desconsideración hacia el ciudadano.

Los magistrados remarcan que fue una falta de respeto. No fue correcto denunciar la actuación del ciudadano e hizo lo mismo después.

Multan Ikea para espiar a sus trabajadores

Hace pocos días se impuso otra multa. La filial francesa de la compañía Ikea fue multada el martes 13 de julio por haber espiado a sus trabajadores. El tribunal francés ha puesto una multa de un millón de euros. El caso se inició en el 2012.

Ikea de Francia reunió la información de sus trabajadores entre el 2009 y el 2012. Lo hizo "por medios fraudulentos, desleales, ilícitos, de forma habitual", indica Efe.

En mayo de 2012, la compañía despidió a diferentes responsables después de descubrir un sistema para conseguir información privada y personal de sus empleados.

El antiguo director general de Ikea en Francia, Jean-Louis Baillot, fue condenado a dos años de prisión. Aunque fueron suspendidos. También recibió una multa de 50.000 euros por el Tribunal Correccional de Versalles.

Otros diez trabajadores fueron sentenciados a penas de prisión, pero también quedaron suspendidas.