Los Mossos d'Esquadra han detenido por segunda vez en pocos días a un hombre de 43 años que se dedicaba a colarse en diversas empresas situadas en el paso de la N-340 por Tarragona y robar el gasoil de los camiones que había en el aparcamiento. Este mes de noviembre ha conseguido entrar en dos instalaciones diferentes y vaciar el depósito a una decena de vehículos. A pesar de que en la primera ocasión lo pillaron in fraganti, quedó libre y lo volvió a intentar en otra empresa.

Se cuela en parkings de empresas para vaciar los depósitos a los camiones

El pasado 5 de noviembre, alrededor de las doce menos cuarto de la noche, agentes de la Unidad de Investigación de la comisaría de Tarragona, ubicada en la misma vía, vieron cómo había un hombre que iba y venía de unos contenedores de basura donde se escondían garrafas llenas de alguna sustancia líquida. Los policías se dirigieron hacia el hombre, se identificaron como agentes de la autoridad y pidieron apoyo a los compañeros de Seguridad Ciudadana. Posteriormente, se identificó al individuo y se efectuaron las correspondientes comprobaciones.

Los agentes pudieron descubrir que el sospechoso, después de saltar la valla de acceso al parking de la empresa, había forzado los tapones de los depósitos de combustible de dos camiones de transporte de materiales y mercancías que había aparcados en la zona exterior. De hecho, en ambos casos, todavía estaban los agujeros de los depósitos tapados con un trapo y la base de una botella de plástico, además de restos de gasoil en el suelo. Su intención era llevarse cinco garrafas de ocho litros cada una, con un total de 40 litros, pero la intervención policial lo evitó.

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El ladrón forzaba los tapones de los depósitos para robar el gasoil. / CME

Lo dejan libre y vuelve a actuar en otra empresa

Este martes, 18 de noviembre, casi dos semanas después de que el hombre fuera detenido y quedara en libertad, volvió a actuar. En esta ocasión, los Mossos fueron alertados de que había un desconocido en el aparcamiento de una empresa situada en la N-340, a muy pocos metros de donde habían entrado a robar pocos días antes. Agentes de la policía catalana acudieron y se encontraron a un hombre escondido entre varios vehículos. Lo primero que les llamó la atención fue el fuerte olor a gasoil que desprendía el sospechoso, el cual llevaba encima una barrita metálica, mangueras de plástico y varias garrafas vacías.

Los policías, sin embargo, no tardaron mucho en darse cuenta de que se trataba del mismo individuo que había sido detenido pocos días antes por robar gasoil en dos camiones de una empresa cercana. El hombre, al ser preguntado por qué hacía allí, dio respuestas incongruentes y contradictorias. Al inspeccionar el aparcamiento, se dieron cuenta de que había dos garrafas de ocho litros cada una llenas de gasoil y que hasta diez vehículos tenían los tapones de los depósitos de combustible forzados. Por este motivo, el hombre, de quien no se ha facilitado la nacionalidad y que acumula más de una cuarentena de antecedentes policiales, quedó detenido como presunto autor de un delito de robo con fuerza.