El Port de Barcelona se ha convertido, una vez más, en parada obligatoria para los narcotraficantes que envían su mercancía ilegal desde el otro lado del Atlántico a varios puntos de Europa y del mundo. Los barcos llenos de la droga acostumbran a llegar desde Costa Rica, Colombia, Ecuador o Paraguay, pero, el pasado 30 de diciembre, la embarcación registrada por los agentes de la Guardia Civil y del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria había zarpado en México. Según el albarán, en los contenedores se transportaban sacos de garbanzos que tenían que llegar a Israel; sorprendentemente encontraron, escondidos entre las legumbres, un total de 16 paquetes, el origen y contenido de los cuales el capitán no pudo acreditar. Dentro, un fino polvo blanco delataba más de una tonelada de cocaína.
El gancho ciego, el método preferido de los narcotraficantes para hacer los envíos
El hallazgo se hizo en el terminal APM del muelle sur del Port de Barcelona durante una inspección rutinaria de los contenedores. La cocaína estaba siendo transportada haciendo uso del método conocido como gancho ciego; esta técnica consiste en introducir entre la mercancía legal del barco droga u otros productos ilícitos sin el conocimiento ni del transportista, ni de la empresa emisora, ni de la receptora. En el puerto de destino esperan los miembros de la organización criminal que ha comprado la sustancia y que saben perfectamente dónde tienen que buscar los paquetes, cuya existencia solo conocen ellos. En algunas ocasiones, como esta semana pasada, los bultos ilegales acaban descubiertos y su contenido, incautado.
Entre los garbanzos, distribuidos en 60 pastillas y repartidos en 16 paquetes, encontraron 1.120 kilos de cocaína. El sello original del contenedor había sido reemplazado por uno falso que pasaba desapercibido para los transportistas y que servía para que los delincuentes que esperaban en el puerto de Israel lo pudieran reconocer y recuperar la droga antes de que la mercancía fuera entregada al comprador legítimo. El caso está siendo investigado bajo la batuta del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Barcelona y, de momento, no se ha hecho ninguna detención.
