Los accidentes en las carreteras son una de las grandes preocupaciones que tiene la Dirección General de Tráfico (DGT). Cada año son centenares las personas que pierden la vida en algún siniestro vial en las carreteras del Estado y por este motivo se están buscando de manera continuada nuevos métodos con el fin de reducir esta cifra e intentar acabar con esta lacra de una vez por todas. Uno de estos nuevos métodos que intentando implantar la DGT es el de una gran línea roja en medio de la vida, un mecanismo pensado para implantarse en los grandes puntos negros de la red vial con altos índice de siniestralidad.
Una gran línea roja para remarcar que no se puede adelantar
De momento, esta gran línea roja ya se ha podido ver implantada en la carretera A-355, entre los municipios de Coín y Marbella, en Málaga. Cuándo este tramo se inauguró en el año 2014, se estimaba que circularían unos 7.000 vehículos al día, pero actualmente esta cifra se ha disparado hasta los 20.000, lo que ha comportado que durante el año 2023 se llegaran a registrar diez accidentes mortales en este punto. Por este motivo, aunque ya existía una doble línea continua que indicaba que no se podía adelantar, se ha implantado el nuevo método, que hace que todavía sea mucho más visible para los conductores que circulan por la carretera.
Además de remarcar que está prohibido hacer adelantamientos, esta gran línea roja también tiene la intención de que los conductores, al verla, entiendan que están circulando por un tramo peligroso y que, por lo tanto, tienen que reducir su velocidad. En este sentido, tal como apunta la Junta de Andalucía, está previsto que se coloquen cuatro radares pedagógicos o carteles digitales en el tramo que enfaticen todavía más en esta circunstancia. De momento, solo se ha implantado en este tramo de Málaga, pero no se descarta que si el sistema acaba funcionando y la siniestralidad baja en este tramo, se pueda extender a otros puntos negros de las carreteras del Estado.