La Policía Local de Blanes detuvo el pasado 15 de diciembre a un hombre de nacionalidad francesa a quien pillaron en un control de alcoholemia con el coche lleno de hachís. Los hechos tuvieron lugar el viernes por la noche, cuando una patrulla detuvo al acusado en una calle del barrio de la Plantera de este municipio de Girona. La matrícula del coche era de Francia, y el conductor estaba visiblemente nervioso, lo que llamó la atención de los agentes y lo hicieron bajar del vehículo.

Durante el registro del coche, que estaba muy desordenado, encontraron una caja de cartón que estaba cerrada y rotulada como si en su interior hubiera objetos personales de una mudanza cualquiera. Pero el nerviosismo del hombre los hizo sospechar, y la policía le pidió que abriera la caja para poder registrarla bien. Lo que escondía dentro, sin embargo, no los sorprendió.

El hombre dijo que la droga no era suya

Al abrir la caja, descubrieron en el interior más de 30 fardos de hachís envueltos, de 1 kilo cada una. Al preguntarle qué era eso, el hombre se hizo el sueco y contestó que no lo sabía, que la caja no era suya y que solo estaba ayudando a hacer la mudanza a un amigo. La manera en la que reaccionó, sin embargo, fue evidente para los agentes que, efectivamente, toda aquella droga, valorada en 180.000 euros, era suya, y que lo había transportado desde Francia con la finalidad de traficar con ella por Blanes u otro punto de Girona.

La policía local confiscó la droga y detuvieron al hombre por un delito contra la salud pública en la modalidad de tráfico de drogas. Después de pasar la noche en comisaría, fue puesto a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia, que decretó su puesta en libertad provisional, mientras espera que empiece el juicio contra él.