Pánico en la capital japonesa. Un hombre de 49 años ha sido detenido este sábado tras estrellar una furgoneta contra la entrada de la residencia del primer ministro nipón, Shigeru Ishiba, en Tokio. Además, poco antes había lanzado artefactos incendiarios contra la sede del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD). De hecho, uno de los incendiarios, similar a un cóctel molotov, golpeó uno de los vehículos antidisturbios de la policía que se encontraban junto al edificio y provocó un gran fuego que fue sofocado poco después sin dejar heridos.
Cócteles molotov y bomba de humo contra el primer ministro
Los hechos sucedieron sobre las seis de la mañana hora local del sábado, que corresponden a las once de la noche de este viernes hora española peninsular, cuando el individuo oriundo de la localidad de Kawaguchi arrojó cinco o seis artefactos contra la sede del PLD, en el barrio tokiota de Nagatacho. Según ha explicado la cadena de radiotelevisión pública nipona NHK, el hombre condujo la furgoneta hasta la valla de la residencia del primer ministro y chocó contra ella. Al ver que no podía continuar, intentó lanzar al interior del complejo una especie de bomba de humo, pero no lo logró y fue detenido por la policía segundos antes.
La policía japonesa ha explicado que dentro de la furgoneta han encontrado al menos una decena de tanques de plástico para almacenar líquidos y varios artefactos que, como se ha dicho, parecían ser cócteles molotov. Agentes de policía y bomberos han acordonado el área frente a la sede del PLD, al igual que una de las zonas de acceso a las instalaciones de la residencia del primer ministro. Respecto al arrestado, según ha detallado la cadena citada, se ha negado por el momento a declarar.
Shinzo Abe y elecciones generales en Japón
Cabe recordar que este incidente se ha producido tan solo dos años después de que en 2022 el ex primer ministro nipón Shinzo Abe fuera asesinado con un arma de fuego de fabricación casera. El hombre que lo mató lo consideraba responsable de haber apoyado, según su declaración al ser arrestado, a una organización religiosa que, tal y como explicó, había arruinado a su familia.
Pero el ataque de esta noche en Tokio tiene otro punto clave: dentro de una semana aproximadamente, el 27 de octubre, se celebrarán elecciones generales en Japón. Estos comicios fueron convocados después de que el primer ministro Ishiba decidiera disolver la cámara baja del Parlamento japonés apenas ocho días después de acceder al cargo. El líder nipón busca con ello legitimar a su ejecutivo en las urnas tras los escándalos de corrupción y el desencanto generalizado en torno al Partido Liberal Democrático que hizo que el anterior primer ministro, Fumio Kishida, abandonara el cargo.