Una pareja de ciberdelincuentes ha estafado más de 15.000 euros sin moverse de su casa, en Barcelona. ¿Cómo lo han hecho? Enviando mensajes de forma masiva -se han registrado más de 790.000 SMS- haciéndose pasar por una compañía de telefonía. Los criminales, un hombre y una mujer, cuyas nacionalidades no se han comunicado, falsificaron una serie de documentos oficiales de la mencionada compañía para poder dar de alta líneas de teléfono falsas. Con el dinero estafado, compraban productos electrónicos que posteriormente revendían por aplicaciones de compraventa de segunda mano para blanquear los beneficios. Todo, con 75 terminales móviles desde un piso de Barcelona.
La Policía Nacional española ha podido detenerlos después de varios meses de investigación, que se inició tras recibir una denuncia por parte de la compañía telefónica afectada que alertaba sobre una gran cantidad de contratos de líneas móviles que se habían hecho de manera irregular. Las pesquisas policiales revelaron que tras estos hechos se encontraba una pareja que se dedicaba a hacer campañas masivas de smishing -modalidad de ciberestafa que consiste en enviar SMS haciéndose pasar por una entidad u organismo legítimo- desde un domicilio de las cercanías de Barcelona.
Más de 15.000 euros estafados sin salir de casa
Una vez identificados los sospechosos y localizado su centro de operaciones, a finales de noviembre se llevó a cabo un dispositivo policial que culminó con la detención de estas dos personas, acusadas de los delitos de estafa y falsedad documental. Dentro de su domicilio, desde donde cometieron las estafas, tenían instalado una gran cantidad de cargadores para poder conectar varios dispositivos a la vez, y también encontraron 75 móviles, diecisiete videoconsolas, 1.150 euros en efectivo y 10.000 más en tarjetas de criptomonedas, y documentos falsificados.
En total, los detenidos habían dado de alta 431 líneas telefónicas de manera fraudulenta, lo que supuso para la compañía afectada más de 15.700 euros de pérdidas en concepto de envío e interconexión. Para blanquear todo el dinero obtenido, compraban diferentes aparatos electrónicos -como las videoconsolas encontradas y también planchas de pelo- que revendían a través de Wallapop y otras plataformas de compraventa de objetos de segunda mano.
Tras pasar a comisaría para prestar declaración, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia.