Esclavos chinos para cultivar marihuana en Catalunya. Los Mossos d'Esquadra han desmantelado una banda que se dedicaba a engañar a personas de nacionalidad china para venir a Catalunya y cuando estaban aquí les obligaban a trabajar en plantaciones de marihuana que la organización tenía en varios puntos del país.
Esta nueva operación policial, esta vez liderada por el Área Central de Crimen Organizado y la Unidad Central de Tráfico de Seres Humanos, permite saber cuál es el nivel de profesionalización de las bandas que, ubicadas en Catalunya, han hecho del cultivo y tráfico de marihuana su modus vivendi.
Personas chinas haciendo de esclavos en plantaciones de marihuana en Catalunya
Las investigaciones de los Mossos arrancaron el año 2019 cuando la policía catalana tuvieron conocimiento de la existencia de una organización criminal de origen chino ubicada en Barcelona que su actividad principal era la captación, el transporte e introducción de manera ilegal de personas procedentes de China, a territorio español. Estas personas eran captadas en su país de origen, mediante la falsa promesa de un trabajo digno en España, haciendo escala previa a varios países.
Una vez estos migrantes llegaban a España, los miembros de la organización abusaban de su situación de poder. Conocedores de la vulnerabilidad de estas personas les retiraban su documentación y las sometían a una situación de explotación, forzándolas a trabajar para la organización con la finalidad de saldar la deuda contraída con la red por el coste de su traslado a Europa.
Para saldar esta deuda –que oscilaba entre los 10.000 y los 30.000 euros– la organización los obligaba a trabajar para la organización en naves industriales, que escondían plantaciones clandestinas de marihuana, en unas condiciones semi esclavitud, con condiciones de trabajo deficientes, salarios bajos o inexistentes y entornos insalubres.
Esclavos de la marihuana
Las investigaciones se judicializaron en el Juzgado de Instrucción número 32 de Barcelona y en la Fiscalía especializada de Extranjería de Barcelona y se pudieron probar parte de las sospechas de los Mossos y se pudo saber también que la banda estaba liderada por un conocida jefe de la comunidad de Fujian (China) desde Barcelona.
Los esclavos de la marihuana entraban en Europa con visados comerciales / CME
Los miembros de la banda conseguían entrar a sus compatriotas en países del este de Europa mediante visados fraudulentos para asistir a ferias internacionales. Una vez allí se encargaban de acompañar, guiar y controlar a los inmigrantes durante todo el trayecto hasta llegar a Catalunya.
Cuando llegaban a Barcelona eran explotados en el cultivo de plantaciones interiores de marihuana, producto que posteriormente exportaban, mediante mensajería privada en otros países europeos, especialmente Reino Unido, donde la demanda es muy grande y su valor de venta triplica al del mercado español.
Se localizaron cuatro naves industriales que ocultaban plantaciones clandestinas de marihuana donde vivían y trabajaban diez personas -ocho hombres y dos mujeres- que, aprovechando su situación de necesidad y vulnerabilidad, eran obligadas a trabajar en un régimen de semiesclavitud en unas condiciones infrahumanas, sin poder salir de las plantaciones durante meses. Los Mossos también descubrieron varios pisos que hacían de almacén, que también fueron registrados.
La droga se enviaba al Reino Unido
El destino principal era la ciudad de Glasgow (Reino Unido) y puntualmente también en localidades de los Países Bajos como Amsterdam, La Haya o Eindhoven. Para realizar los envíos utilizaban identidades falsas o de las personas que tenían retenidas y cambiaban continuamente las empresas y las oficinas de envío para no levantar sospechas. En colaboración con la Policía Nacional y la Guardia Civil pudieron intervenir parte de los envíos que se habían hecho.
Los últimos siete meses se habrían enviado unos 50 paquetes, en total unos 450 kg de marihuana aproximadamente. Según informaron las autoridades británicas, el precio de la marihuana en el Reino Unido está actualmente por encima de los 4.500 euros/quilo, lo que supondría unas ganancias para la organización de unos dos millones de euros aproximadamente.
Explotación de la investigación con detenidos y personas liberadas
Finalmente, el pasado 25 de mayo se pasó a culminar la investigación con una serie de entradas y detenciones. Se realizaron trece entradas y cacheos, cuatro en naves industriales donde estaban los cultivos de marihuana en Centelles, Abrera, Santa Coloma de Cervelló y Sant Andreu de la Barca, en ocho domicilios ubicados en Barcelona, Badalona, Hospitalet de Llobregat y Santa Coloma de Cervelló y una última entrada y cacheo en una gestoría de Santa Coloma de Cervelló donde trabajaba un gestor, de nacionalidad china, vinculado presuntamente a las actividades delictivas de la organización.
Los detenidos fueron trasladados en un autocar de los Mossos d'Esquadra / CME
Se detuvieron ocho personas, todas de nacionalidad china y se liberaron ocho hombres y dos mujeres, víctimas que estaban retenidas y explotadas en el interior de las naves donde había las plantaciones de marihuana. Algunas de estas personas hacía más de un año que no salían a la calle. Se intervino un gran número de pasaportes y documentación diversa de terceras personas de nacionalidad china que los investigados utilizaban para hacer los envíos u otro tipo de gestiones que tenían por objeto eludir la acción policial.
Las investigaciones siguen en marcha y los Mossos d'Esquadra no descartan nuevas detenciones e imputaciones. De momento, después de pasar a disposición del juzgado de instrucción número 32 de Barcelona, el juez decretó el ingreso a prisión de cuatro personas y la libertad en cargos y retirada de pasaporte para resto de los investigados.