Comprar una nueva casa es una labor sumamente complicada en varios países. La constante competencia por los inmuebles, las pujas que aumentan los valores en varios miles de euros, las condiciones que ponen las agencias y las actitudes de los vendedores pueden suponer que se rompan las negociaciones.

Hay personas que buscan un nuevo hogar durante meses o incluso años. Se trata de un paso importante y puede suponer un gasto enorme para muchas parejas, por lo que todas las operaciones económicas se deben calcular milimétricamente para no comprometer el futuro de los implicados en la transacción.

Muchas veces las conversaciones con la agencia inmobiliaria o el dueño o dueña de la casa que se quiere comprar no son lo más fluidas posible, incluso hay veces en las que los prejuicios y pensamientos injustificados pueden hacer que no se llegue a un acuerdo económico o que ni se empiecen a negociar las condiciones.

El caso de Sareena Suman y su marido

Sareena Suman y Ajay, su marido, llevan un tiempo buscando una nueva casa que se adecúe mejor a su actual situación. Ambos acaban de tener un hijo y creen que deben de adquirir una vivienda más grande para adaptarse mejor a su nueva vida como padres.

Ambos vieron una casa de cuatro habitaciones en la ciudad de Birmingham anunciada en la página web de la agencia Purplebricks. Les interesó y consideraban que su precio de 375.000 libras (unos 450.700 euros) entraba dentro de sus posibilidades y Suman decidió ponerse en contacto con la vendedora del inmueble para ir a visitar la vivienda

La casa que querían comprar / Google Street View

La sorpresa de Sareena Suman fue mayúscula cuando recibió la respuesta de la vendedora de la casa, al que no le interesaba enseñarle su propiedad por su país de procedencia: "Ya no estoy recibiendo visitas de la comunidad india y asiática que no son compradores serios. Hay muchas otras propiedades en las que puede hacer perder el tiempo a las personas que los gestionan", escribió Claire Devine.

La reacción de Sareena Suman tras la conversación

Sareena Suman atendió a los compañeros del Mirror y habló sobre lo ocurrido, se mostró indignada: "Me ha hecho preguntarme si todos piensan eso sobre mí. ¿Me describen como 'Esa chica asiática'? ¿Mi color o mi raza son algo para describirme o estereotiparme?".

Su reacción fue de incredulidad: "Tuve que leer el mensaje 15 veces antes de que me diera cuenta. Al principio, era ridículo y me reí porque no sabía cómo sentirme. Y luego, la tristeza entró y me molesté", dijo Suman.

La vendedora se defiende de las acusaciones

Suman decidió no contestar al mensaje de Devine, optó por contactar directamente con Purplebricks para informarles de lo sucedido. Ellos le contestaron rápidamente, posicionándose a su favor y condenado la actitud de la vendedora.

La agencia Purplebricks decidió no trabajar más con Claire Devine después de conocer lo que había ocurrido. No venderán su casa y le han regresado lo que ella había pagado para que la empresa coordinase la venta de su casa. Pese a ello, Claire Devine habló con los compañeros del Daily Mail y se defendió de las acusaciones: "Hay mucho más en la historia de lo que crees. No soy ni un poco racista", comentó la vendedora.