El 3 de noviembre de 2020 el Piper Seneca con matrícula EC-HCA voló de Reus a Ibiza por la mañana con cuatro personas. Por la tarde, después de una comida en la isla, y de dejar en el suelo dos de los pasajeros que habían hecho el vuelo de ida, dos jóvenes pilotos iniciaron el retorno hacia Reus (Tarragona).
Salieron del aeropuerto de Ibiza a las 17.14 y en torno a las 17.50 el avión perdió el control y acabó impactando en el agua. Los dos ocupantes, dos pilotos con experiencia, murieron en el acto. Después de varios días, se pudo recuperar el aparato, a 113 metros bajo el agua.
Meses de investigación para aclarar el accidente del avión en el vuelo Ibiza-Reus
Ahora, después de varios meses de investigaciones, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil ha cerrado su informe sobre el accidente y ha puesto de relieve que el accidente mortal de este Piper Seneca fue causado por un error humano por no haber seguido las normas de vuelo visual nocturno.
Según consta en el informe del organismo que cuelga del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a este factor provocó la desorientación espacial del piloto cuando se hizo de noche y eso, según parece, le hizo perder el control. En aquel momento estaba al mando del avión era el agente de los Mossos d'Esquadra de Cambrils de 36 años, David García. También iba al aparato, y también murió, Marc Francesch, un conocido empresario del sector del camping en la Costa Daurada y presidente de Junts en Torredembarra.
No se siguieron las normas de vuelo nocturno, según Aviación Civil
El informe de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil también asegura que, en el accidente, contribuyó, "como factor importante" en el siniestro, "la planificación de vuelo efectuada, sea por omisión o errónea valoración de las condiciones meteorológicas existentes" del vuelo entre Ibiza y Reus. La planificación fue "errónea u omitida" y no tuvo en cuenta los condicionantes de vuelo visual y nocturno que se habían previsto –y para los cuales el piloto estaba habilitado, según reconoce.
La previsión meteorológica previa al vuelo describía contingencias que se acabaron dando durante el vuelo, tal como consta en el informe. Las comunicaciones del piloto con los servicios de control aéreo confirmaron la presencia de nubes y las condiciones empeoraron a medida que adelantaba el trayecto, sin embargo, quisieron seguir con el viaje dirección a Reus. El Piper Seneca con matrícula EC-HCA nunca llegó a tocar tierra en el Baix Camp.
En los últimos minutos de vuelo, según constata Aviación Civil, la trayectoria de la avioneta fue "errática". Hizo una trayectoria de descenso "con un gran viraje en espiral y alta velocidad vertical". Habría impactado contra la superficie del mar –unas 30 millas náuticas en el sur del delta del Ebre- en sentido invertido, situación coincidente con los daños que presentaba la aeronave, según se detalla al informe pericial.
Los dos cuerpos, bajo el agua después del accidente
El 11 de noviembre unos pescadores encontraron en aguas de Castellón el cuerpo de Marc Francesch. El cuerpo de Garcia y los restos del aparato fueron recuperados el 24 de noviembre después de que un operativo de Salvamento Marítimo y la Guardia Civil les reflotara del fondo del mar, a 113 metros de profundidad.