Desgraciadamente, no es novedad que los multirreincidentes entren y salgan de los diferentes juzgados como Pedro por su casa y que, entre detención y detención, sigan delinquiendo sin consecuencias aparentes. Este es el caso concreto de un joven magrebí de 20 años, quien acumula un largo historial de antecedentes por delitos de robos y hurtos, pero quien sigue paseándose por las calles de Lleida y asaltando a ancianas y adolescentes para robarles teléfonos móviles y joyas. En las últimas tres semanas fue detenido en dos ocasiones: por la Guàrdia Urbana, primero, el día 20 de marzo; y por los Mossos d'Esquadra este mismo martes 8 de abril. A pesar de pasar los próximos días a disposición judicial, se espera que vuelva a pisar las calles de la capital de Ponent.

El delincuente fue arrestado por la policía municipal acusado de dos robos con violencia. Después de pasar por el Juzgado de Instrucción en funciones de guardia, quedó en libertad y volvió a las andadas. A raíz de esta detención, los Mossos d'Esquadra pusieron en marcha una investigación, ya que lo tenían fichado por otros delitos y sospechaban que podría estar relacionado con una serie de robos a mujeres mayores y adolescentes, todos con el mismo modus operandi, cometidos desde principios de año entre la plaza del Escorxador y el barrio del Joc de la Bola.

Vendía las joyas que arrancaba directamente de las víctimas y también se llevó una bicicleta

Todas las víctimas que habían puesto una denuncia habían explicado que dos jóvenes, a menudo montados en un patinete eléctrico, las asaltaban violentamente y les arrancaban las joyas directamente del cuello o de la muñeca y también los móviles que llevaban en la mano. La investigación de los Mossos permitió averiguar que, aparte de los robos, el sospechoso también se dedicaba a revender todos estos objetos sustraídos, bien en tiendas de compraventa de oro o a conocidos suyos, que también quedaron en el punto de mira de los agentes como supuestos autores de un delito de receptación. Por otra parte, con el visionado de las cámaras de seguridad de la zona donde sabían que operaba, descubrieron que se había llevado una bicicleta después de cortar la cadena con una especie de sierra eléctrica.


Con todos estos indicios recopilados, los Mossos d'Esquadra hicieron un seguimiento discreto del sospechoso y lo volvieron a detener este martes por siete delitos de robo con violencia e intimidación, un delito de hurto de una bicicleta y también de receptación, ya que un amigo suyo le vendió un patinete que también constaba como sustraído. Los agentes pudieron devolver una cadena de oro a una mujer, quien fue víctima del multirreincidente cuando caminaba por la calle Roca Labrador. La investigación continúa abierta y no se descarta poder detener al resto de personas vinculadas al principal sospechoso, quien ya había sido arrestado en cuatro ocasiones desde principios de año por delitos similares. Los próximos días volverá a pasar por los juzgados, pero la policía no tiene muchas esperanzas de que no lo vuelvan a dejar en libertad.