Un hombre de 48 años entra a robar en la rectoría de Roses (Girona) y acaba encerrado en el lavabo antes de ser detenido. Los Mossos d'Esquadra han arrestado a un ladrón que entró a robar en la rectoría y, durante el hurto, fue de un lado a otro hasta acabar en el baño encerrado con el pestillo. Aunque parece una historia surrealista, el individuo acabó pillado porque en el momento de remover la zona habilitada como vivienda fue sorprendido por el cura, se escondió en la habitación mencionada y se negó a salir cuando llegaron los agentes de la policía catalana que habían sido alertados por el religioso.
Cuando el cura sorprendió al ladrón, este no huyó sino que se encerró en el lavabo con el pestillo, pensando quizás que así no lo podría pillar o alguna cosa parecida. Pero no fue así y el religioso actuó rápidamente llamando a los Mossos d'Esquadra, que se movilizaron y desplazaron con varias patrullas hasta la rectoría de Roses, donde encontraron al individuo que había entrado dentro del baño y no quería salir. Según ha adelantado el Diari de Girona, los hechos tuvieron lugar el día de Año Nuevo, el 1 de enero, alrededor de las siete de la tarde.
Así fue la detención del ladrón que entró en la rectoría de Roses
El hombre, de 48 años y con varios antecedentes policiales, se resistió a la detención una vez los agentes de los Mossos d'Esquadra ya estaban en la rectoría, mientras él permanecía en encerrado en el lavabo del sacerdote. Pero duró poco, finalmente los policías forzaron el pestillo y el ladrón acabó detenido acusado de un robo con fuerza. Más tarde se comprobó que el individuo había accedido a la rectoría de Roses forzando dos puertas con el objetivo de sustraer, supuestamente, los diferentes objetos de valor que tuviera el mosén en esta zona habilitada como vivienda, en la planta de arriba del edificio religioso.