Dumitru es considerado el pederasta más peligroso de España. Ha sido condenado a casi 300 años de prisión por violar a más de 24 niñas de entre 2 y 13 años. No obstante, de estos 300 años, solo cumplirá 20. El modus operandi de este pedófilo era extremadamente cruel con las víctimas: en algunas ocasiones grababa las agresiones sexuales en directo.
El agresor sexual se llama Dumitru R.N., tiene 50 años, es de Rumania, está casado y tiene dos hijos, uno de ellos menor de edad. Fue detenido en el 2018 en Colmenar de Oreja (Madrid) después de una investigación policial que determinó que había violado, como mínimo, a 24 niñas menores de edad.
Sus víctimas eran niñas de entre 2 y 13 años: retransmitía las agresiones en directo
Sus víctimas tenían entre 2 y 13 años y es considerado el pederasta más peligroso del país, ya que cometía las agresiones sexuales con extrema violencia. Incluso retransmitía las violaciones por streaming y las colgaba en redes de pedófilos.
Dimitru no hacía ni siquiera el esfuerzo de esconder su identidad al compartir los vídeos que compartía con otros pederastas y mostraba sin ningún problema su rostro, tatuajes y el lugar donde cometía las violaciones.
Su adicción al alcohol no ha servido para justificar los macabros hechos
Su mujer y una de sus hijas intentaron justificar los hechos diciendo que el pederasta tenía una adicción en el alcohol. No obstante, según la sentencia, "no se aprecia ninguna patología psíquica con incidencia o alteración de sus facultades ni afectación con relación a los hechos juzgados".
Todos los delitos por los que ha sido condenado Dimitru
Dumitru ha sido condenado por varios delitos: seis delitos continuados de elaboración y distribución de pornografía infantil, ocho delitos de elaboración y distribución de pornografía infantil, cuatro delitos continuados de abuso sexual con penetración y dos delitos continuados de abuso sexual sin penetración.
La condena efectiva será de 20 años de prisión
Por otra parte, también está acusado de nueve delitos de revelación de secretos, con la agravante de abuso de confianza en los delitos cometidos sobre seis menores, que eran amigas de sus hijos.
De los casi 300 años de prisión, la condena efectiva será de 20 años y, además de su estancia en el centro penitenciario, también tendrá que indemnizar a las víctimas.