Los turistas que llegan a Barcelona tienen que ir vigilando cada vez más para no acabar siendo víctimas de un robo mientras pasean por las calles de la ciudad. Y es que los ladrones parece que tengan un arsenal inagotable de técnicas e ideas para engañar a los transeúntes y arrebatarles bolsos, relojes de alta gama, cadenas de oro, carteras y, por descontado, los teléfonos móviles. La Guàrdia Urbana de Barcelona tiene desplegados dispositivos uniformados y de paisano por todos los barrios para evitar que un incidente así pueda pasar, velando tanto por los visitantes extranjeros como por los vecinos locales. Este jueves consiguieron detener a cinco delincuentes de golpe, que habían trabajado en conjunto para distraer a un grupo de turistas asiáticos para robarle el teléfono a uno de ellos.

Ladrones al acecho que se hacen pasar por buenos samaritanos

Los hechos tuvieron lugar en torno a las dos del mediodía del pasado 10 de abril, en el barrio del Gòtic de la capital catalana. Una patrulla de paisano de la policía municipal se fijó en cinco personas que, con actitud muy sospechosa, deambulaban por las calles, prestando especial atención a las pertenencias de la gente que pasaba por su lado. En un momento determinado, se acercaron a un grupo de turistas orientales y entonces pusieron en marcha su plan: uno de ellos se ofreció a hacerlos una foto a todos juntos, haciéndose pasar por un buen samaritano que solo les quería ayudar; otro los distrajo dándoles conversa; dos más, un poco más apartados, controlaban el entorno para detectar rápidamente la presencia policial; y el quinto aprovechó para abrir uno de los bolsillos de la mochila de uno de los turistas para sustraerle el móvil.

Los policías no dudaron a actuar: sin que los ladrones tuvieran tiempo de huir, los pararon, recuperaron el teléfono sustraído y los detuvieron a los a cinco acusados de un delito de hurto.