Una empresa de Terrassa que envía a los trabajadores a la calle para hacer encuestas a personas mayores o vulnerables, pidiéndoles toda clase de datos -incluida la dirección, el número de teléfono y si tienen o no determinadas máquinas, como filtros de agua, en casa-. Al cabo de pocos días, les hacen una llamada para concertar una visita para revisar estas máquinas con un técnico que acudía, aseguraba que el aparato estaba estropeado o necesitaba una actualización y pedía que pagaran al momento en efectivo grandes cantidades de dinero. Este era el modus operandi de una mafia que, escondida tras la razón social de una empresa con sede en la cocapital del Vallès Occidental, en Barcelona, ha llevado a cabo estafas por toda Catalunya, como a Barcelona, Sabadell, Castelldefels o Vilafranca del Penedès.
Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado 7 de mayo a uno de los implicados en esta trama, un hombre de 45 años, que intentó estafar a una mujer de 80 y con Alzhéimer, vecina de Badia del Vallès, haciéndose pasar por técnico de equipos de osmosis -los aparatos que purifican el agua del grifo. El arrestado contactó con ella el día 5 por teléfono, asegurando que se tenía que revisar la máquina después del gran apagón del pasado 28 de abril. Afortunadamente, la hija de la potencial víctima dudó y llamó a la empresa que les gestiona el servicio, que le confirmó que no tenían nada a ver. Con eso, la mujer denunció el intento de estafa en la Policía Local de Bahía que trasladó el caso a la policía catalana.
Pillado con las manos en la masa cuando intentaba engañar a una mujer con Alzhéimer
Los Mossos abrieron una investigación que relacionó los hechos con la empresa de Terrassa, cuyo propietario ya había sido denunciado en anteriores ocasiones por estafas por las que tenía varias causas abiertas en juzgados de toda Catalunya. Con esta información, el Grupo de Delincuencia Urbana de la comisaría de Cerdanyola del Vallès, los Fura, se coordinaron con la víctima y su hija para poder pillar al falso operario. La mujer aceptó recibir la visita del supuesto técnico el 7 de mayo a las tres de la tarde. El delincuente se presentó sin sospechar que había agentes de paisano en torno al edificio y que la hija de su potencial víctima estaba grabando toda la conversación.
El hombre simuló un test de agua para demostrar que la máquina de osmosis estaba estropeada y se tenía que cambiar por otro que costaba, según él, entre 2.500 y 10.000 euros, muy por encima del precio real de mercado, que se sitúa en torno a los 300, según ha explicado a la ACN el cabo del Grupo de Delincuencia Urbana de Cerdanyola, Paco G. Mientras todo eso tenía lugar en el piso, los agentes que esperaban en la calle identificaron al supuesto operario, descubriendo que ya fue detenido en el 2017. Entonces le sustrajo 55.000 euros a una mujer mayor con un 65% de discapacitado vendiéndole varios productos a precio de oro.
Hay más víctimas
Cuando el detenido vio que su víctima no daba el brazo a torcer para cambiar el aparato, empezó a sospechar que algo no iba bien e intentó abandonar el lugar. En la calle lo interceptaron los policías, que ya lo esperaban. Durante el registro le encontraron recibos de otras supuestas víctimas a quien habría estafado con el mismo modus operandi, así como información sobre la maquinaria que intentaba colarles. El hombre lo negó todo, pero quedó detenido. Después de pasar por el Juzgado de Instrucción en funciones de guardia quedó en libertad con cargos. La investigación de los Mossos continúa en marcha para encontrar a más víctimas.