Macabro hallazgo en el aeropuerto de Bruselas. El cadáver de un hombre apareció a finales de abril en el interior de un coche aparcado en el aeropuerto de la capital de Bélgica, y el jueves pasado pudieron confirmar su identidad: se trata de José Ramón Arias Trigo, de 55 años y vecino de Sarria, Lugo, quien hacía poco más de un año que se había trasladado a Bélgica por trabajo. El vehículo donde encontraron su cadáver llevaba desde el 27 de enero estacionado en este parking, y a estas alturas se desconocen las causas de su muerte.

No tenía mucho contacto con su familia

Uno de los hermanos de José Ramón ha explicado a La Voz de Galicia que el hombre se había marchado en el 2022 a Bruselas para trabajar en una empresa que instala sistemas de alarma. No tenían mucho contacto con él, por lo que no les pareció extraño no tener noticias de él durante estos últimos meses. Por otra parte, la policía nacional de Bélgica no ha dado ninguna información adicional a la familia; solo se han puesto en contacto con ellos al haber identificado el cuerpo, pero se desconoce si le encontraron en el asiento del conductor o, por otra parte, estaba escondido en el interior del maletero, situación que podría apuntar a un posible crimen.

A estas alturas la familia está gestionando los trámites para repatriar el cuerpo y poder enterrarlo a Sarria. José Ramón, divorciado y padre de dos hijos, había encontrado este trabajo por Internet, y no dudó a trasladarse hasta Bélgica para trabajar, ya que su familia se encontraba en unos "situación económica con dificultades", y vio esta propuesta laboral como una oportunidad para ayudarlos. Así y todo, el último contacto que tuvo con los suyos fue en Navidad, porque pasó las fiestas con uno de sus hermanos y, un mes más tarde, poco antes de morir, contactó con una de sus cuñadas por WhatsApp. La policía belga está investigando las circunstancias de su muerte, y está para determinar si se trata de un crimen violento.