La Guardia Civil ha desmantelado un laboratorio itinerante de metanfetaminas que había llegado a Granollers, en Barcelona, después de haber pasado por varias ciudades del Estado español, desde Derio, en Vizcaya, hasta Valencia de Don Juan, en León, pasando también por Alicante. Los delincuentes tenían establecida una red de distribución tanto a escala nacional como internacional, con un volumen de producción de, aproximadamente, una tonelada y media de drogas sintéticas.

El pasado año, los investigadores del Instituto Armado localizaron a un vecino de Vizcaya que habitualmente recibía determinadas cantidades de droga que, según descubrieron, las entregaba un transportista vinculado con una organización criminal arraigada en Barcelona. Después de hacer las indagaciones pertinentes, pudieron localizar el laboratorio en una vivienda de Granollers, lo que ponía en peligro a los vecinos a causa de la gran cantidad de productos químicos almacenados en el piso, tanto por la potencial toxicidad como por el riesgo de explosión al tratarse de sustancias bastante inflamables.

 

El químico del grupo cambiaba a menudo de localidad con el laboratorio

Aunque el centro de operaciones del grupo estaba en este municipio de Barcelona, el químico se desplazaba a menudo por todo el territorio estatal y se llevaba con él todo lo necesario para la fabricación de metanfetaminas. Eso dificultó la operación, ya que los delincuentes tomaban estrictas medidas de seguridad para evitar ser descubiertos, también con los constantes cambios de ubicación del laboratorio; en algunas ocasiones llegaron a recorrer distancias de más de 600 kilómetros con todo el material.

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Los agentes encontraron decenas de litros de sustancias necesarias para la elaboración de metanfetaminas / Guardia Civil.

Cuando por fin desmantelaron el laboratorio en Granollers, requisaron 70 kilos de metanfetamina en cristal y en polvo, 790 litros de metanfetamina en diferentes fases de cristalización, 60 litros de Poperonyl Methyl Ketone (PMK) y de Fenilo Metal Propanona (BMK - P2P) - dos de los principales elementos para la fabricación de anfetaminas -, 112 kilos de otros precursores y sustancias de corte, así como más de 1.700 litros de sustancias precursoras para la elaboración tanto de anfetaminas como de metanfetaminas. Todo eso tenía un riesgo muy elevado de explotar; el mínimo cambio de los niveles de humedad, presión y temperatura podían alterar las propiedades explosivas. Por eso, se contó con la ayuda de equipos especializados para poder desarticular el laboratorio con seguridad.

Uno de los laboratorios más sofisticados

Aparte de estar bien equipados con respecto a las sustancias activas y precursoras, también contaban con herramientas como probetas, matraces, refrigeradores de baja temperatura, evaporadores, agitadores de velocidad constante y circuladores de baja temperatura. Desde la Guardia Civil han asegurado que es uno de los laboratorios más complejos que han desmontado en los últimos tiempos, así como uno de los más productivos. Para evitar que el olor alertara a los vecinos, contaban también con potentes extractores de aire con filtros de carbono.

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El laboratorio disponía de todos los equipos necesarios / Guardia Civil.