Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado 6 de junio a un hombre de 41 años -cuya nacionalidad no se ha comunicado-, acusado de haber robado dieciocho kilos de cableado de cobre de diferentes estaciones del metro de Barcelona, un hurto que puede tener una compensación económica que asciende a los 4.000 euros. El arrestado, un trabajador de una empresa de mantenimiento, cometió los hechos entre los días 16 y 25 de mayo, y fue la misma empresa quien hizo sonar la alarma después de detectar que faltaban varios metros de cable de cobre que habían desaparecido de sus instalaciones, unas salas restringidas al público y con acceso exclusivo solo para los operarios de la compañía.
Los hechos fueron puestos en conocimiento de los agentes del Área Regional de Transporte Urbano (ARTU) que pusieron en marcha una investigación y, con la colaboración de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), que puso a su disposición las imágenes de las cámaras de seguridad de las estaciones de Selva de Mar, Girona, Urquinaona -de la línea L4- y Maragall -de la L5-, según han concretado fuentes policiales en ElCaso.com, pudieron identificar al sospechoso. El hombre, vestido con el uniforme de la empresa que había denunciado las sustracciones, se llevó unos 50 metros de cableado ya instalado y diez más de restos; el robo no afectó al servicio del metro, ya que se trataba de los cables de la toma del suelo.
Aprovechaba su trabajo para robar cobre que después ponía a la venta
Las cámaras captaron cómo el hombre, siempre vestido de uniforme, entraba en las instalaciones de la empresa de las mencionadas estaciones con bolsas de la basura vacías. Al cabo de pocos momentos, volvía a salir al andén con las bolsas llenas y cogía un tren para desplazarse a la siguiente estación y repetir todo el proceso. ¿Qué hacía con tanto cobre? Los investigadores encontraron la respuesta después de hacer comprobaciones con varias empresas de gestión de residuos: el sospechoso había hecho, en total, nueve ventas de cables.
Con todo eso, se localizó al sospechoso, con dos antecedentes policiales, y se le detuvo acusado de cuatro delitos de hurto. Al día siguiente pasó a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Barcelona y la investigación continúa abierta con el fin de localizar el material vendido y, si fuera necesario, empezar los procedimientos sancionadores por la vía administrativa.