Nuevo quebradero de cabeza para los cuerpos policiales de Calella, en Barcelona. En esta ocasión, se trata de un grupo de jóvenes que este sábado por la mañana intentaron ocupar un piso de la calle Anselm Clavé. La actuación de la policía municipal impidió la ocupación, y pudieron detener a los tres chicos, de procedencia marroquí, acusados de los delitos de resistencia activa y atentado contra los agentes de la autoridad. Durante el enfrentamiento, los ocupas hirieron a dos de los agentes, pero, afortunadamente, las lesiones eran leves y no requirieron hospitalización.
Estos jóvenes han entrado en el radar de la policía con este intento de ocupación; al identificarlos, vieron que no eran de Calella, sino que se habían desplazado desde otro municipio, y, hasta ahora, la Policía Local no los tenía detectados. Los tres ocupas se resistieron de manera muy violenta, intentando por todos los medios posibles que los policías no los echaran. No tuvieron suerte, y los tres acabaron detenidos en comisaría.
Un grupo de jóvenes violentos, responsables de los problemas de inseguridad en Calella
Estos tres chicos son de fuera de Calella, y, a pesar de haber provocado cierto disturbio cuando se enfrentaron con la policía, no tienen nada que ver con el grupo de delincuentes que, durante los últimos meses, han generado un ambiente de inseguridad entre los vecinos del municipio, con ocupaciones violentos y peleas con armas blancas en medio de la calle. El último de estos disturbios lo protagonizaron dos de este grupo de once magrebíes que, junto con un tercero, de otro grupo, incendiaron un piso de la calle de Sant Jaume el pasado 2 de diciembre.
Gracias a la actuación conjunta de los Mossos y de la Policía Local, los tres fueron detenidos, aunque dos de ellos fueron puestos en libertad al cabo de pocos días. Al pisar la calle ya estaban metidos en una nueva pelea tumultuaria. Entre los once que forman esta banda de alborotadores suman más de 250 detenciones por todo tipo de delitos, desde hurtos hasta agresiones y atentado contra agentes de la autoridad; los cuerpos policiales no dan abasto, y el alcalde de Calella, Marc Buch, ya ha pedido en diversas ocasiones más Mossos d'Esquadra así como cambios legislativos para evitar que estos delincuentes puedan entrar y salir de la cárcel tan fácilmente.