Dos personas han muerto este viernes en un tiroteo que ha tenido lugar en torno a las ocho de la noche en el municipio de Alella, en el Maresme. Un hombre ha muerto en el mismo lugar de los hechos, en la calle Masnou, mientras 3 o 4 personas, los presunots pistoleros, han conseguido huir, uno de los cuales herido muy grave. Al cabo de un rato, este último fugitivo también ha sido localizado muerto en el interior de un coche, mientras el resto ha conseguido huir en vehículos y los Mossos d'Esquadra los están buscando.

Los efectivos del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) desplazados al lugar no han podido hacer nada por salvar la vida de las víctimas. Agentes de la Unidad de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra se han trasladado hasta el punto del tiroteo para recopilar información sobre el suceso y esclarecer las motivaciones que hay detrás del enfrentamiento a tiros. Según los primeros indicios, el crimen podría haberse producido por un conflicto entre bandas latinas por tráfico de drogas. Las dos víctimas, de 30 y 48 años, son hombres de origen sudamericano.

El alcalde del municipio, Marc Almendro, ha explicado que los primeros en llegar al lugar del tiroteo han sido cinco agentes de la Policía Local de Alella y que inmediatamente después lo han hecho los Mossos d'Esquadra. El alcalde ha admitido que la posibilidad de una venganza por disputas del tráfico de drogas puede ser real y ha detallado que el barrio donde se produjeron los hechos, Can Sors, ​​es "tanto normal como cualquier otro" y ha negado que sea un lugar conflictivo lleno de narcotraficantes, desvinculando el suceso de otro similar ocurrido hace unas semanas.

Segundo tiroteo en Alella en pocas semanas

El tiroteo mortal de este 23 de junio se produce pocas semanas después de otro ocurrido el pasado 3 de junio y en el que un hombre resultó herido en el interior de una casa ocupada. En aquella ocasión, los tres pistoleros lograron huir y los Mossos d'Esquadra abrieron una investigación sobre los hechos para esclarecer las circunstancias y motivaciones que los presuntos tiradores dispararan contra la víctima. Todo apunta a que podría tratarse también de un delito contra el tráfico de drogas. Los Mossos tendrán que comprobar ahora si los dos hechos son aislados o están vinculados entre ellos.