Dos personas han muerto y tres más han resultado heridas este jueves en un atropello múltiple ocurrido en el paseo Extremadura de Madrid, en el barrio de La Latina. Un coche a gran velocidad ha atropellado a varias personas que había andando por esta vía, entre los números 90 y 154, cuando intentaba huir de varias patrullas policiales que le estaban persiguiendo. Desde un primer momento se ha descartado la posibilidad del atentado terrorista y se tenía claro que los fugitivos eran unos ladrones que intentaban no ser pillados.
Persecución policial por las calles de Madrid
Los hechos ocurrieron este jueves, poco antes de la una del mediodía. La Guardia Civil de Leganés ha intentado detener un coche de la marca Mercedes porque han visto que viajaba un niño sin la sillita necesaria por seguridad. Sin embargo, el conductor ha hecho caso omiso y ha huido por la autovía A-5, iniciando una persecución en dirección a Madrid. Al comprobar la matrícula, los agentes han descubierto que el coche estaba relacionado con un grupo criminal dedicado al robo de catalizadores de vehículos y que sus ocupantes podrían ser unos ladrones. Los fugitivos han tomado una salida hacia el casco urbano, donde la Policía Municipal se ha sumado a la persecución.
El vehículo ha entrado a toda velocidad por el paseo Extremadura, saltándose semáforos en rojos y atropellando a las personas que estaban cruzando los pasos de peatones. A consecuencia de los impactos, dos personas han muerto. Se trata de dos varones de 72 y 81 años. Además, tres personas han resultado heridas: un matrimonio de unos 65 años que ha sido dada de alta en el mismo lugar de los hechos y una mujer de 90 años trasladada a un centro hospitalario para recibir atención médica. Además, también se ha atendido a dos personas al inicio de la avenida, una por varias contusiones y otra por un ataque de ansiedad.
En cuanto a los fugitivos, eran dos hombres y una mujer que llevaba un bebé de ocho meses en brazos. La mujer y uno de los hombres han sido detenidos, pero el conductor ha huido a pie y durante toda la tarde se le ha estado buscando por Madrid. Finalmente, el propio conductor, un hombre de 31 años con numerosos antecedentes policiales, se acabó entregando voluntariamente a una comisaría de la Policía Nacional horas más tarde. No disponía de carné de conducir y tenía una requisitoria judicial.