Ha salido a la luz los resultados de la autopsia del doble crimen de la calle Serrano de Madrid. El detonante del asesinato fue una discusión en la cocina con Gemma: el conde Fernando González de Castejón la mató disparándole con la escopeta. Al cabo de pocos segundos, cuando la amiga de la víctima fue a la cocina alertada por el ruido, la asesinó de la misma manera y, posteriormente, se suicidó.

Fernando González de Castejón no tenía relación prácticamente con nadie de su familia. El año 2009 su madre y su hermana lo denunciaron por malos tratos, ya que las agredió en una cena familiar y tenía una orden de alejamiento hacia ellas, según explica El Mundo.

Gemma Jiménez era víctima de violencia de género

Gemma Jiménez, de 44 años, era víctima de violencia de género por parte del asesino, pero nunca lo llegó a denunciar. Hace cuatro años, la Policía actuó de oficio por una agresión hacia ella, pero al cabo de un año volvieron a vivir juntos. Este asesino y conde, además de ser un maltratador, también tenía problemas con su familia por temas de herencia.

Gemma Jiménez / Twitter
Gemma Jiménez, de 44 años, fue asesinada por Fernando González de Castejón en el doble crimen de la calle Serrano / Twitter

Según explican los vecinos de la calle Serrano 205, Fernando González de Castejón, de puertas afuera, intentaba aparentar que tenía mucho dinero por sus títulos nobiliarios, pero en realidad, estaba arruinado y ni siquiera pagaba los recibos de la comunidad.

Los resultados de la autopsia corroboran la hipótesis principal de la Policía Nacional, que está investigando el caso. Gemma estaba de viaje a París para ver a la hija que tenía en común con el asesino: una niña de 12 años que fue a pasar unos días en Francia en casa de los padres de una amiga suya.

Gemma se empezó a encontrar mal y decidió volver a Madrid para ir al médico, pero le pidió a una amiga suya, de 70 años, que lo acompañara, ya que tenía miedo de las reacciones violentas del marqués.

El detonante del crimen fue una discusión en la cocina

El domingo por la noche, el hombre de 65 años y su pareja de 44 empezaron a discutir a la cocina. La conversación se fue calentando hasta el punto que Fernando cogió una de sus múltiples armas y le disparó a la cara. Fue entonces cuando su amiga, asustada, se dirigió hasta la cocina y también la mató. Posteriormente, se suicidó pegándose un tiro de escopeta en la cara.

Los vecinos oyeron mucho ruido, pero no llamaron a la Policía, ya que Fernando González de Castejón era un vecino muy conflictivo y ya tenían normalizado los problemas de convivencia. No obstante, al día siguiente, el conserje pudo ver un cadáver en la cocina desde el patio interior y alertó a la Policía.