Los Mossos d'Esquadra han detenido a tres personas que intentaban ocupar un piso en la calle Doctor Ferran, ubicado en el centro del municipio de Salt de la provincia de Girona. Los hechos han ocurrido sobre las 18:30, cuando la alarma ha alertado a los agentes que se han desplazado rápidamente hasta el lugar de los hechos.

Cuando los agentes han llegado al piso ubicado en el número 13 de la calle Doctor Ferran han visto a dos personas, un hombre y una mujer. El varón, que reaccionó con violencia ante la llegada de los Mossos d'Esquadra, tenía una orden de detención.

Los detenidos han sido identificados, todos son familia. Se trata de una pareja formada por el hombre que actuó violentamente en primera instancia, su esposa y el hermano del primero. Son personas de entre 27 y 32 años.

¿Qué ha ocurrido?

Según ha podido saber ElCaso.com, cuando los agentes llegaron al piso han encontrado a una persona con una linterna que estaba intentando manipular los sensores de la alarma. Los detenidos estaban cambiando el paño de la puerta para colocar otro.

En el momento en el que los agentes han informado que serían detenidos uno de los hombres se ha puesto muy violento y ha comenzado a golpear a algunos de los Mossos que se habían desplazado. En ese momento, su mujer ha empujado a una agente escaleras abajo. El hermano del varón que tiene activa una orden de detención también ha aprovechado el caos del momento para agredir a los policías e intentar desarmarlos.

Los agentes han conseguido detener a los ocupas

Después de varios minutos los agentes han solicitado refuerzos para controlar mejor una situación que se estaba complicando por la presencia de otras personas en la zona. Con la llegada de personal del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO), agentes de la empresa de seguridad de alarmas y también la policía local de Salt se ha podido detener a las tres personas que intentaban ocupar el piso. Han sido detenidos por un delito contra la seguridad de tránsito y atentado contra agentes de la autoridad.

Los agentes han tenido que usar la fuerza mínima para reducir a los detenidos y han sufrido varias contusiones, empujones, golpes y mordiscos. Cinco Mossos han resultado heridos, aunque ninguno de gravedad.