La Guardia Civil ha detenido este miércoles en Palma a los padres de la niña Nadia Nerea, acusados de estafa continuada por haberse embolsado más de 400.000 euros en donativos que reclamaron para hacer frente a la extraña enfermedad de su hija. Fernando Blanco y Margalida Garau tienen pendiente cumplir una pena de prisión de cinco y tres años y medio, respectivamente, por este delito, una sentencia decretada por la Audiencia de Lleida; los dos tenían una requisitoria en vigor. El año 2010 crearon una fundación para recaudar fondos para la enfermedad de Nadia que, más adelante, se demostró que no se destinaron a curar a la menor.

Una asociación para enriquecerse a costa de la enfermedad de su hija

El Tribunal Supremo confirmó hace un año la sentencia por haber estafado 402.000 euros en donativos con campañas de solidaridad que, según aseguraban, tenía como objetivo recaudar dinero que destinarían tanto al tratamiento de Nadia como para aplicar a la investigación de la tricotiodistrófia y a ayudar familias con niños que tuvieran este problema. El padre, Fernando Blanco, era el presidente y la madre, Margalida Garau, figuraba como tesorera.

Sin embargo, se descubrió con los años que la gran cantidad de dinero que consiguieron gracias a la buena voluntad de las personas que colaboraron con esta fundación sirvió, realmente, "para obtener el enriquecimiento personal de los acusados", según la sentencia.

La sentencia del Supremo, además, hace referencia a la continuada simulación que hicieron los padres de la menor ante los medios de comunicación durante años, "apelando a la generosidad y a la urgencia de costosas atenciones médicas irreales y anunciando un desenlace de compromiso vital inminente si no recibían los donativos buscados"; básicamente, Blanco y Garau chantajearon emocionalmente a un gran número de personas usando de excusa la corta edad de su hija y el poco conocimiento general de esta enfermedad.