Una sangrienta pelea en el centro de Barcelona casi deja a un joven de 27 años sin ojo la madrugada del 1 de noviembre, día de Todos los Santos. Alrededor de las tres y media, un grupo de seis chicos y dos chicas se metieron en una pelea ajena a ellos, para intentar separar a los agresores. De golpe, uno de los chicos fue arrastrado a una esquina donde le apuñalaron en la cara y en la pierna, dejándolo malherido antes de escapar por los callejones que rodean la plaza de la Castella del Raval. Los Mossos d'Esquadra pudieron detener, el 3 de noviembre, a un hombre de 30 años acusado de ser el presunto autor de las cuchilladas, quien se enfrenta ahora a una denuncia por lesiones.

Según ha adelantado el diario Ara, el arrestado tiene varios antecedentes por los delitos de lesiones y robo, y lo han podido pillar después de localizarlo en un bar, muy cerca del lugar donde apuñaló, presuntamente, al otro joven. Después de tomarle declaraciones en comisaría, pasó a disposición judicial, y a estas alturas se encuentra en libertad con cargos.

Herido muy grave con una navaja

Cuando los Mossos llegaron a la plaza aquella madrugada, solo encontraron a las víctimas de la pelea. El chico de 27 años estaba tirado en el suelo con una gran herida hecha con una navaja en la pierna, que sangraba profusamente, además de tener una puñalada en la cara que esquivó su ojo izquierdo por tan solo unos centímetros. Los sanitarios del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) lo estabilizaron antes de evacuarlo de urgencia a un hospital, donde llegó grave y tuvo que quedarse ingresado.

Los amigos del chico conocían de vista a los presuntos agresores. Por eso, aunque en un primer momento consiguieron huir de la policía, los agentes no tardaron en encontrarlos y arrestaron al hombre que apuñaló con una navaja a la víctima, haciendo que casi se quedara ciego de un ojo.