Una niña de 6 años ha visto como por fin se han acabado todas las torturas y agresiones que sufría día tras día. El punto final a este sufrimiento llegó la madrugada de lunes a martes, cuando un vecino de la Ronda das Fontiñas de Lugo llamó al 091 para alertar de que en uno de los pisos de su edificio se estaba produciendo una discusión familiar. Agentes de la Policía Nacional se desplazaron hasta el inmueble y, al llamar a la puerta del piso, les abrió una mujer de 24 años. La chica, que iba completamente empapada, explicó a los policías que estaba sola y que no tenía conocimiento que se hubiera producido ningún altercado en el domicilio.

No obstante, los vecinos explicaron que habían visto cómo su pareja se llevaba a una niña, la hija de la mujer, cogida por la fuerza del brazo aunque la menor no paraba de gritar para que la soltara. Después de activar más patrullas policiales y hablar con la chica, la convencieron para que llamara al hombre y volviera al domicilio con la niña. El chico acabó aceptando y, al llegar, la niña salió disparada del coche y se fue corriendo hacia los policías, cogiéndose fuerte en la pierna de uno de los agentes en una especie de grito silencioso pidiendo ayuda.

La menor estaba mojada y sangraba por la nariz

La niña iba bien mojada como su madre, tenía varias heridas en la cara y sangraba por la nariz, motivo por el cual la trasladaron en ambulancia al Hospital Universitario Lucus Augusti para que le hicieran una revisión médica. Lo que la niña explicó a la policía fue devastador. Según su relato, cuando la pareja de su madre, que no era su padre biológico, se enfadaba con ella porque hacía alguna cosa que no le gustaba, la castigaba metiéndola dentro de la bañera llena de agua helada o la atacaba a golpes.

Tanto la madre como su pareja quedaron detenidos por un delito de maltratos y, después de pasar la noche en los calabozos, declararon ante el juez y fueron dejados en libertad con cargos. Se les ha retirado la patria potestad y en el caso del hombre también se le ha impuesto una orden de alejamiento con respecto a la menor. La administración pública se ha hecho cargo de la tutela de la niña mientras la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) de la Policía Nacional investiga los hechos para aclarar si los maltratos eran continuados y cuál era el grado de implicación de la madre, si también la golpeaba y torturaba o si simplemente hacía la vista gorda ante las agresiones.