El pasado 15 de julio, un grupo de jóvenes atacó la discoteca Costa Este de Calella de Palafrugell, en Girona, lanzando piedras, botellas de vidrio y vallas de obra contra los vigilantes de seguridad del local, que no les querían dejar entrar, ya que en noches anteriores habían provocado problemas en este establecimiento. Según informó ElCaso.com, los alborotadores en cuestión son chicos de origen magrebí que viven en la zona, y que ya habían sido alertados de que no los dejarían volver a entrar en la discoteca.
Ante esta situación, decidieron organizarse e intentar entrar por la fuerza, cosa que no pudieron conseguir, y la misma noche de los hechos tres de ellos quedaron detenidos. Los Mossos d'Esquadra han mantenido la investigación abierta durante estas semanas, y han podido detener a cuatro implicados más en la pelea.
Siete detenidos y la investigación continúa en marcha
La policía catalana ya ha conseguido detener a siete de los alborotadores, todos conocidos de la Policía Local de Palafrugell por haber cometido algún robo y disturbios en la zona. Los primeros tres arrestados fueron pillados la misma noche de los hechos. Dos de ellos estaban a la carpa musical Terra Blanca, e intentaron huir cuando vieron a las patrullas de la policía catalana, pero fueron interceptados. El tercero estaba huyendo por el parking de la misma discoteca, y casi escapa, pero finalmente fue pillado por los agentes.
Durante la última semana, los Mossos d'Esquadra se han desplegado con un amplio dispositivo orientado a localizar, identificar y detener al resto de los responsables del incidente. Sus esfuerzos han dado fruto, ya que han podido pillar a cuatro más de los jóvenes sospechosos. A estas alturas, la policía mantiene la investigación abierta para encontrar a más, y no descartan más detenciones los próximos días. Por otra parte, el asalto a la discoteca Costa Este ha propiciado que se incremente la presencia policial por la zona, sobre todo durante los fines de semana, para evitar que se vuelva a repetir un episodio similar.