La Policía Nacional ha detenido a un hombre de nacionalidad hondureña que había huido de su país después de matar a su mujer, su hijo y su suegra en el año 2014. Los hechos tuvieron lugar el 28 de septiembre de aquel año en la localidad de Candelaria Lempira, cuando varios vecinos sintieron unas detonaciones, pero no hicieron caso. Horas más tarde, hacia las cinco de la madrugada, varios familiares se presentaron en el domicilio y se encontraron el terrible escenario.

En una de las estancias del domicilio encontraron a la suegra del arrestado muerta y a su suegro herido. Los dos presentaban impactos de bala. En otra de las habitaciones encontraron muerto al hijo del detenido, de 18 meses, y a su mujer malherida y perdiendo mucha sangre. Fue trasladada a un centro hospitalario, pero no se pudo hacer nada para salvarle la vida. Antes de morir, sin embargo, pudo confesar a los policías que el autor de aquella masacre había sido su marido, que pudo huir.

Una nueva vida en España

Durante nueve años, los investigadores no tuvieron ninguna pista sobre dónde se podría haber escondido el fugitivo, hasta que hace pocas semanas todo dio un giro radical. Una persona reconoció al autor del triple homicidio del que hablaban en algunas páginas web de Honduras como un vecino de Molina de Segura, en Murcia, e informó a la Policía Nacional. Después de confirmar estas informaciones, se activaron los canales de cooperación internacional en materia de prófugos y se pidió la orden internacional de detención. Además, se pidió las huellas dactilares para corroborar que era él, en caso que estuviera utilizando una identidad falsa.

Finalmente, el hombre fue detenido cuando salía de su domicilio para ir a trabajar. En la localidad de Molina de Segura había empezado una nueva vida después de huir de Honduras. Actualmente, trabajaba de manera ilegal en el campo y había rehecho su vida sentimental con una nueva pareja, con la cual estaba esperando un hijo.