Un agente de la Guardia Civil es uno de los 21 detenidos este lunes en un operativo contra una organización presuntamente dedicada al tráfico internacional de hachís desarrollado en seis municipios de la provincia de Almería, en el que fue intervenida más de una tonelada de droga.

300.000 € para sortear controles policiales

Fuentes de la investigación han confirmado a Efe el arresto del guardia civil, destinado en Roquetas de Mar (Almería), quien, según adelanta el periódico La Voz de Almería, habría ofrecido información confidencial a miembros de la trama para sortear controles, recibiendo hasta 300.000 euros a cambio.

Guardia Civil / EFE

La operación 'Izabella' ha estado supervisada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Roquetas de Mar y se ha centrado en una organización liderada por el clan de los Bistrita, bajo la dirección de ciudadanos de origen rumano, según apuntaron fuentes de la Guardia Civil.

Los agentes efectuaron 13 registros en Almería, Roquetas de Mar, Rioja, Vícar, Adra y Garrucha, que se han saldado con la intervención de más de una tonelada de hachís, siete vehículos, cuatro embarcaciones, armas y abundante documentación.

Dos agentes de la Guardia Civil procesados por narcotráfico

Dos agentes más procesados por narcotráfico, por praxis similar. Hace unas semanas la Audiencia de Málaga reanudó el juicio contra 24 personasentre ellas dos agentes de la Guardia Civil destinados en Salobreña (Granada), para las que la Fiscalía pide un total de más de 150 años de cárcel por pertenencia a un grupo criminal dedicado a introducir droga para transportarla a Francia. 

Igualmente, los miembros que se dedicaban a introducir la droga por vía marítima contaban presuntamente con la colaboración de los dos agentes compinchados de la Guardia Civil que, a cambio de una compensación económica, facilitaban el cuadrante de servicio de la zona y concretaban cuándo podía llegar la embarcación sin ser interceptada.