Efectivos de la Guardia Civil han podido detener a la mujer que el pasado mes de febrero saboteó la bodega Cepa 21, de la DO Ribera del Duero, situada en la localidad de Castrillo de Duero (Valladolid), derramando 60.000 litros de vino de alta gama por el suelo. Los hechos tuvieron lugar hacia las tres y media de la madrugada y la escena quedó registrada por las cámaras de seguridad de las instalaciones. En las imágenes se puede ver como una persona encapuchada entra en la bodega, se dirige a la sala donde están los depósitos de acero y abre los grifos de cinco de ellos en menos de un minuto. Dos ya estaban vacíos, pero de los otros tres, llenos hasta arriba de vino de las marcas Horcajo y Malabrigo, empezó a salir líquido sin descanso hasta que también se acabaron vaciando.

Unas pérdidas de 2,5 millones de euros

La dirección de la bodega apuntó entonces que se habían derramado unos 60.000 litros de vino, el equivalente a unas 80.000 botellas, cosa que suponía unas pérdidas económicas estimadas en torno a 2,5 millones de euros, aunque la empresa pudo seguir con su actividad habitual. La Guardia Civil abrió entonces una investigación para aclarar los hechos, intentar identificar a la persona que salía a las imágenes de las cámaras y descubrir cómo pudo entrar en la bodega esquivando las medidas de seguridad que había instaladas en aquel momento. Desde un primer momento, los investigadores trabajaron con la hipótesis de que lo había perpetrado una mujer y desde la empresa se facilitó una lista de personas que podrían haber actuado de esta manera.

Finalmente, después de varios meses haciendo indagaciones, se ha identificado, localizado y detenido a la presunta autora del sabotaje. La autora es una extrabajadora de la empresa que, tras año como empleada de la bodega, fue despedida junto a tres personas más dos días antes de los hechos, una vez terminada la pasada campaña de Navidad. El despido había sido de forma legal y se le había anunciado con los quince días de antelación correspondientes. En mayo, tres meses después del asalto, se había presentado a una oferta de trabajo para volver a trabajar en la bodega. La investigación sigue abierta para esclarecer los hechos, saber cómo entró en la bodega y determinar si su pareja le ayudó.