La fiebre del cobre se ha extendido entre los ladrones del Baix Empordà, en Girona. Este lunes, cuatro hombres, de entre 24 y 46 años, fueron pillados en pleno trabajo mientras cortaban la línea telefónica de Albons con el objetivo de hacerse con más de 1.000 metros del preciado metal. Desafortunadamente para ellos, no pudieron esfumarse con el botín, ya que, de tan concentrados, no se dieron cuenta de que se acercaba una patrulla de los Mossos d'Esquadra, y los cuatro acabaron detenidos.

El intento de robo tuvo lugar alrededor de las ocho y media de la tarde. A una patrulla de paisano de la policía catalana le llamó la atención una furgoneta aparcada en medio de un campo en las afueras de Albons, y decidieron acercarse para investigar. Al llegar vieron a tres personas dentro del vehículo y un cuarto subido al techo con una tijera tipo cizalla en las manos. En el suelo, en torno a la furgoneta, había varios trozos de cable de telefonía cortados. Al darse cuenta de la presencia de los agentes, el sospechoso tiró la cizalla e intentó huir, pero sin éxito.

Más de 1.000 metros de cableado cortado

La intención de los ladrones era claramente apoderarse de la mayor cantidad de cable de cobre posible. Y, en efecto, en torno al vehículo había 1.400 metros de cableado que los ladrones habían conseguido cortar antes de la intervención policial. Los delincuentes no tuvieron tiempo para huir, y los cuatro acabaron esposados in situ. La furgoneta estaba vacía, todo el cable todavía tirado al suelo, pero los agentes encontraron en el interior varias tijeras tipo cizalla, una cuchilla de carnicera, unos alicates y un guante de cocina.

Los cuatro detenidos, después de ser identificados, fueron puestos a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia de la Bisbal. Los Mossos los acusan de un delito de daños y otro de hurto en grado de tentativa, dos infracciones que se suman a la larga lista de antecedentes policiales que acumulan entre los cuatro.