Temerario hasta el final. Los Mossos d'Esquadra detuvieron este viernes, antes de incorporarse a la AP-7, en Gelida (Barcelona), a un joven de 21 años, de nacionalidad española y ascendencia colombiana, que huía de la policía y que, durante esta peligrosa persecución, dañó, con el coche de su padre, hasta tres vehículos policiales, según ha podido saber ElCaso.com. Ha acabado detenido por un cúmulo de delitos, entre otros, atentado contra agentes de la autoridad, conducción temeraria, daños, amenazas y lesiones.
Los hechos empezaron minutos antes en una urbanización de Canyelles, en la comarca del Garraf, cuando el arrestado se peleó con otro hombre por causas que todavía no se han aclarado. Cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, alertados por los vecinos y también por el vigilante municipal, encontraron a una de las partes, detenida por el agente, y que la otra había huido a gran velocidad con su vehículo.
Tres vehículos de los Mossos dañados
Los Mossos lo persiguieron hasta que, a la llegada a la entrada de la autopista, en el término municipal de Gelida, lo pudieron bloquear y, finalmente, detener. En la pelea se utilizó un arma blanca que, según parece, también usó para amenazar a los policías que lo perseguían para detenerlo. Se trata de un joven sin antecedentes que se vio valiente, influenciado por los videojuegos, escapando al más puro estilo cinematográfico. La huida, sin embargo, le salió mal. No solo acabó detenido: también tendrá que responder por los daños que causó a los tres vehículos policiales y al coche de su padre. Por suerte, nadie resultó herido. Los Mossos tienen abierta una investigación para esclarecer los hechos y averiguar qué originó la pelea en Canyelles. Tras ser entregado al juzgado de guardia, en Vilafranca del Penedès, ha quedado en libertad.