Salir de casa para irse al trabajo, ir a coger el coche y encontrarse que ha desaparecido. Eso es lo que le ha pasado a una pareja del barrio de Magraners de Lleida, que ha tenido que vivir una historia rocambolesca y digna de película. No es que les hubieran robado el coche, sino que se lo habían llevado los Mossos d'Esquadra porque pensaban por error que pertenecía a unos ladrones.

Para entender la situación hay que remontarse a la noche del pasado sábado, cuando el propietario del vehículo volvía hacia casa después de acabar su turno en el trabajo. Al cruzar un polígono industrial de la capital del Segrià, vio que la valla de una de las empresas estaba en el suelo y parecía que alguien había entrado a robar. Por este motivo, alertó a la Guardia Urbana del posible robo y le dijeron que enviarían a una patrulla y que se podría marchar hacia casa.

Los Mossos se llevaron su coche pensando que era el de los ladrones

Fue al día siguiente domingo cuando su mujer fue a coger el coche para ir a trabajar y se encontró con que ya no estaba. La pareja fue a denunciar el robo del vehículo a una comisaría de la Guardia Urbana, pero allí les dijeron que no lo habían robado y que sería mejor que contactaran con los Mossos d'Esquadra para saber qué había pasado. La policía catalana les explicó que el coche había sido confiscado porque sospechaban qué era el de los ladrones que habían entrado a robar a la empresa del polígono industrial, sin saber que en realidad era el de la persona que había alertado del robo.

Según ha adelantado el diario Segre, la confusión se produjo fruto de la casualidad. Justo en el momento en que el hombre vio que se había cometido un robo y estaba llamando a la Guardia Urbana para avisarlos, un agente de los Mossos fuera de servicio pasaba por allí, vio las evidencias del robo y pensó que el coche parado en la puerta era de los ladrones. Por este motivo, se apuntó la matrícula y la envió a sus compañeros de comisaría para que lo investigaran.

El coche, sin embargo, estaba a nombre de una empresa de Barcelona que ya no existía y, como no podían contactar con el propietario, decidieron localizarlo y decomisarlo. Después de acreditar que no eran los ladrones, sino que precisamente ellos habían avisado del robo, les devolvieron el vehículo. Desde los Mossos dicen que la confusión se produjo porque se alertó la Guardia Urbana y no al 112, mientras los afectados lamentan que no se les haya pedido disculpas por el error cometido.