Daniel Sancho ha sido condenado este jueves a cadena perpetua después de ser considerado culpable del asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta y de los otros dos delitos de los que estaba acusado. La Fiscalía tailandesa acusó a Sancho del asesinato premeditado de Arrieta el 2 de agosto del 2023 en la isla de Phangan, cercana a Samui, mientras que el español defendió durante el juicio el pasado abril que la muerte del cirujano plástico se debió a un accidente durante una pelea en la que actuó en defensa propia. Además, Sancho ha sido condenado a pagar una indemnización de 119.000 dólares a la familia de Arrieta.
Considerado culpable de los tres delitos de los que estaba acusado
Sancho, hijo el actor Rodolfo Sancho y la analista de inversiones Silvia Bronchalo, inicialmente confesó el crimen sosteniendo que se trataba de defensa propia. "Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Estaba obsesionado conmigo", llegó a declarar. Sin embargo, la Fiscalía y la familia de la víctima sostenían que todo había sido un asesinato premeditado. La diferencia en la intencionalidad supone un gran cambio en la condena; si no quedaba demostrada la premeditación, Sancho hubiera sido condenado por homicidio doloso o imprudente y en ningún caso afrontaría la cadena perpetua.
El juez del Tribunal Provincial de Samui ha encontrado a Sancho culpable de los tres delitos de los cuales estaba acusado: el asesinato premeditado del colombiano, el descuartizamiento del cuerpo y destrucción de documentación enajena, en concreto, el pasaporte de la víctima. Al conocer la sentencia, el equipo legal de Sancho ha declarado que la recurrirán. "Recurriremos la sentencia. No nos lo esperábamos, pero se tiene que asumir lo que dice la Justicia", han asegurado los abogados del español, mientras que el fiscal del caso, Jeerawat Sawatdichai, ha afirmado estar "satisfecho".
Gran parte de la atención mediática que ha generado el caso se debe a la fama del padre del chef español. El actor Rodolfo Sancho ha estado presente en el tribunal para la lectura de la sentencia de su hijo, que ha comenzado este jueves a las seis de la mañana, hora peninsular. El padre del acusado ha llegado acompañado de Alice Keartjareanlap, su asesora legal de confianza en el país asiático. "Nos mantenemos positivos", ha declarado Keartjareanlap a EFE. Las medidas de seguridad y el acceso a la sala han sido mucho más restrictivas hoy que durante el juicio, celebrado entre el 9 de abril y el 2 de mayo pasado.