Menos de tres semanas antes de que empiece el juicio por agresión sexual, Dani Alves ha vuelto a cambiar de versión. Ahora asegura que la noche del 30 de diciembre de 2022, cuando, presuntamente, violó a una chica de 23 años en los lavabos de la discoteca Sutton de Barcelona, iba tan borracho que no era consciente de lo que hacía. El futbolista busca, con este nuevo relato de los hechos, conseguir una posible atenuante en caso de que sea condenado por la agresión del cual se le acusa.
La última versión del blaugrana era que las relaciones con la joven habían sido consentidas y, por lo tanto, no hay delito. A pesar del matiz de la borrachera, la defensa de Alves se mantiene en esta línea, pero han añadido esta atenuante en caso de que el tribunal acabe decantándose por la versión de la víctima y condene al futbolista.
El juicio se celebrará del 5 al 7 de febrero
Quedan exactamente 17 días para que empiece el juicio, el próximo 5 de febrero. A la vista están citados más de una treintena de testigos, entre ellos Joana Sanz. La intervención de la modelo canaria, que continúa casada con el futbolista a pesar de las acusaciones de agresión sexual y de haber asegurado que pretendía divorciarse a raíz de la polémica, será crucial a la hora de demostrar que Dani Alves iba bajo los efectos del alcohol aquella noche. Sanz no estaba en el Sutton, ni siquiera estaba en Barcelona, sin embargo, supuestamente, hablaron por teléfono cuando el jugador ya había consumido unas cuantas copas de más, y, según ella, lo notó bebido. Además, tendría el recibo de las consumiciones que Alves y sus amigos pidieron a los camareros.
Por la parte de la defensa, comparecerán la víctima, su prima y la amiga que estaban con ella en el reservado del Sutton donde las invitó Alves, así como la madre de la joven. También están citados a declarar los agentes de los Mossos d'Esquadra que llevaron las investigaciones. Todavía no se sabe si Dani Alves declarará el primer día o el último; eso lo dirán el mismo día 5 de febrero.