Los directivos de la Dirección General de Tráfico (DGT) trabajan cada día para mejorar las condiciones del reglamento que deben seguir todos los conductores, sus acompañantes y los peatones que circulan por las calles y carreteras en España.

Se trata de una labor que debe evolucionar junto a las nuevas tecnologías, por lo que deben actualizar y cambiar el reglamento y las recomendaciones. Un ejemplo de ello es la implementación del sistema ISA, que es un conjunto de cámaras que terminarán por sustituir a los espejos retrovisores tradicionales por una herramienta que ayudará a reducir el número de accidentes.

Realmente, el objetivo principal de la DGT es el de reducir y evitar los accidentes en las carreteras. Para ello evalúan nuevos sistemas y modificaciones que sean positivas para mantener la seguridad de los conductores, sus acompañantes y los peatones.

La nueva herramienta que ya usa la policía en Europa

En varios países de Europa han comenzado a usar los radares portátiles, también llamados TrueSpeed. Todavía no pueden utilizarse para sancionar en las carreteras españolas, pero su implementación será cuestión de tiempo y no parece que vayan a tardar demasiado en ser manejados por agentes que se rigen por las normas de la DGT.

Estos aparatos han sido usados por los agentes de Reino Unido y Francia y destacan por su reducido tamaño, se pueden guardar en un bolsillo y se activan de forma rápida para detectar los excesos de velocidad. Se trata de un tipo de radar que no se puede detectar, aunque hay que recordar que los detectores están terminantemente prohibidos. 

Radar / Pixabay

También tienen la capacidad de detectar velocidades de hasta 300 km/h y se pueden usar para observar mejor a los conductores, ya que llevan integrado un visor con un zoom de x7 que facilita la visión en el interior del turismo, pudiendo comprobar si el usuario lleva el cinturón de seguridad o está siendo distraído por el teléfono móvil. Tienen un alcance de hasta 650 metros y funcionan en cualquier condición climatológica.

Se uniría a los muchos aparatos que ya tiene la DGT para detectar los excesos de velocidad y otras faltas como no llevar puesto el cinturón de seguridad. Cabe destacar que hay cerca de 1.300 radares, tanto fijos, como móviles y de tramo en las carreteras españolas, y también manejan drones y hasta helicópteros para sancionar a los conductores que no tengan una actitud responsable y no cumplan con las normas.

La DGT ya usa los radares Velolaser

La DGT ha incorporado un nuevo radar portátil con el que controlará mejor las acciones de los conductores, se trata del modelo Velolaser. Son bastante precisos, ya que tienen un margen de error del 5% y pueden funcionar tanto de día como de noche. No obstante, la fabricación de los radares Velolaser es bastante más cara, superando ampliamente las cifras que se recolectan con las multas que podrán poner gracias a ellos. Cada radar de este tipo cuesta alrededor de 14.400 euros.

Son inalámbricos y funcionan autónomamente durante hasta cinco horas, se pueden controlar a través de dispositivos con conexión wifi o datos móviles y son especialmente útiles en zonas urbanas. Y es que, si se equipan en los coches de la Guardia Civil, pueden detectar infracciones entre los 15 hasta los 50 metros, llegando a dos carriles de su ubicación y tienen un rango de detección entre los 30 y los 250 kilómetros por hora.