El Centro Penitenciario de Quatre Camins, en la Roca del Vallès, ha sido el escenario este último mes de varias agresiones, sobre todo a los funcionarios, pero también entre internos, con uno de ellos ingresado en el hospital después de haber sido atacado con un martillo por su compañero de celda. Paralelamente a estos incidentes, que no han hecho más que aumentar la sensación de inseguridad de los trabajadores de la prisión, así como su malestar por la falta de medidas de seguridad que aún impera, no solo en Quatre Camins, sino también en otros centros de Catalunya, la semana pasada se hicieron varios hallazgos de armas blancas entre las pertenencias de los internos, una situación bastante inquietante por el riesgo que claramente supone.
Según ha podido saber ElCaso.com, entre los pasados 20 y 26 de octubre, los funcionarios del C.P. Quatre Camins le localizaron a un interno del módulo 2 -que estaba a punto de ingresar en el departamento de sancionados- tres navajas que había escondido dentro de los panecillos que se les dan. Otro preso, incidentalmente, el mismo que agredió al compañero de celda el pasado 22 de octubre, tenía en su posesión un punzón y una escarpa, dos herramientas que pueden ser utilizadas como arma blanca o para hacer agujeros en las paredes de las celdas para esconder drogas, móviles conseguidos de manera ilegal y otras armas; ambas cosas fueron localizadas el día siguiente de la violenta agresión.
Paralelamente a las armas blancas requisadas, también se encontró una trentena de teléfonos móviles a diferentes internos de los módulos 1, 2, 3, 4 y 7 de la cárcel; cuatro de estos móviles los tenía el mismo preso, todos con conexión a Internet y cámara. Los teléfonos que esconden los usan para comunicarse de manera irregular con el exterior y últimamente se ha detectado que se los envían desde fuera con drones, que acostumbran a transportar también pequeñas cantidades de drogas. Según los datos oficiales, Quatre Camins es donde más móviles se requisan: el año pasado, intervinieron 217.
El interno agredido con un martillo, grave en el hospital
Según ha podido saber ElCaso.com, el interno que la semana pasada recibió un golpe con un martillo continúa a estas horas ingresado en el Hospital de Terrassa en estado muy grave. Tal como avanzó este diario, la agresión se produjo durante una pelea entre dos compañeros de celda, identificados como I.H.M. el agresor, y J.M.S., la víctima, ambos de nacionalidad española, que ya tenían un historial de mala convivencia. En aquella ocasión, sin embargo, la discusión llegó hasta el punto que I.H.M. intentó matar a su compañero abriéndole la cabeza con un martillo.