Un menor que se encontraba en el centro de reforma Ibaiondo de Zumarraga (Gipuzkoa) ha sido condenado a tres años de internamiento en régimen cerrado, tras haber intentado matar a una de sus educadoras en el contexto de un plan de fuga orquestado con otros dos menores. 

El joven estranguló a la educadora

Los hechos se remontan al 14 de abril de 2019, cuando los tres menores planearon quitarle las llaves a una de las educadoras para intentar huir del edificio.

La resolución explica que los jóvenes "provocaron" que una de las profesionales fuera a abrir el baño a uno de ellos que dijo tener "diarrea". En ese momento, el segundo menor acudió también al servicio, "entre ambos agarraron a la perjudicada" y, mientras uno de ellos le tapaba la nariz y la boca con una mano "presionándole fuertemente el cuello con la otra", el segundo le quitó las llaves y huyó "cerrando la puerta del cuarto de baño".

Dentro de la estancia quedaron la educadora y uno de los agresores que "continuó tapándole las vías respiratorias", a pesar de que "ya no era necesario", hasta que en un momento dado la víctima logró decir: "me vas a matar", a lo que el agresor "respondió con una mayor presión sobre el cuello" hasta que unos cinco minutos después llegó al lugar la segunda educadora.

Ertzaintza / Europa Press

Ésta había sido "distraída" hasta entonces por el tercer menor implicado, "primero bailando" con ella y después jugando al tenis de mesa, hasta que la mujer "alertada por la ausencia" de su compañera acudió al baño.

No obstante, el tercer implicado la siguió "de modo sigiloso" y la retuvo "fuertemente" para evitar que entrara en la estancia, hasta que se escuchó decir: "que me mata", ante lo que la mujer "forcejeó con más ímpetu" y logró alertar a los vigilantes del centro.

En ese momento, el chico que la retenía la liberó y la educadora entró en el baño, donde descubrió el suelo "lleno de mechones de pelo" y al otro menor "en posición de querer asfixiar" a su compañera, quien tenía la cara "inflamada" y "con los ojos fuera de las órbitas", hasta que acabó perdiendo el conocimiento.

Tres años de internamiento

La mujer que resultó herida tuvo que recibir tratamiento médico, tras sufrir lesiones en el cuello que "podrían haber producido su muerte por asfixia mecánica". Además, la resolución explica que esta imagen provocó que la compañera de la víctima, testigo de la agresión, tuviera "una fuerte crisis de ansiedad" de la que tuvo que ser tratada posteriormente y que le mantuvo de baja laboral por trastorno por estrés postraumático. 

La sentencia condena al agresor principal a tres años de internamiento por un delito de atentado en concurso ideal con un delito de homicidio en grado de tentativa, así como por un delito de quebrantamiento de medida cautelar. El Juzgado de Menores de San Sebastián también condenó al menor acusado de tentativa de homicidio a compensar económicamente a las afectadas.