Jesús Pradales, asesino confeso de su pareja Juana Canal, ha sido condenado a catorce años de prisión. La sentencia de la sección séptima de la Audiencia Provincial de Madrid así lo recoge por el homicidio intencionado, con agravante de parentesco, de Juana Canal en febrero de 2003. Además, le condena a pagar un total de 206.000 euros de indemnización a los familiares de la víctima. Se confirma de esta manera el criterio del jurado popular que el pasado 26 de septiembre declaró culpable, por unanimidad del homicidio doloso (intencionado), a Jesús.
Juana Canal era la pareja de Jesús. Ella había desaparecido en 2003 sin que nada más se supiera de su paradero. Sin embargo, en 2019, se encontraron sus huesos en una finca de la provincia de Ávila y, por ello, se reabrió el caso. La Policía Nacional y la Guardia Civil, tras la investigación del caso y dar con unas escuchas telefónicas del ahora condenado, lo detuvieron en octubre de 2022. En estas conversaciones por teléfono, el hombre aseguraba que no creía que la policía llegara a descubrirlo. Aunque no contaba con que él había sido el principal sospechoso del crimen desde el principio, dado que fue la última persona en verla con vida.
Confesión, pelea, descuartizamiento y huesos en un pueblo de Ávila
Poco después del arresto, Jesús confesó el asesinato de Juana Canal, en la casa donde vivían ambos, en la calle Boldano del barrio madrileño de Pueblo Nuevo. La habría matado, supuestamente, a golpes y descuartizado más tarde. Esto es lo que trascendió de la confesión, de la que se desgrana, según la versión del condenado, que ella lo estaba agrediendo y durante la pelea se golpeó con una mesilla en la cabeza. Aun así, no pudo ser confirmado este hecho y el jurado popular el pasado 26 de septiembre no lo creyó.
Lo que sí admitió Jesús es que la había descuartizado y había llevado y enterrado sus restos en una zona cercana a una finca de la familia, en la localidad de Navarredondilla, en la provincia de Ávila. Juana Canal estaba divorciada, estaba emparejada con el condenado y tenía dos hijos. Fue uno de los jóvenes el que dio la voz de alarma al encontrar una nota de la nueva pareja de la madre en el piso donde vivían, explicando que habían tenido una discusión aquella misma noche de la desaparición en febrero de 2023. Finalmente, más de 20 años después, al límite de la fecha máxima a nivel jurídico, Jesús Pradales ha sido condenado a catorce años de prisión por el homicidio intencionado, con agravante de parentesco, de su pareja en Madrid.