Los Mossos d'Esquadra, en una actuación conjunta con la Policía Nacional, han desmantelado un grupo organizado que se dedicaba a la reventa de material robado en Barcelona, principalmente en Marruecos, pero también en el mercado negro del estado español. Fruto de las actuaciones, se han detenido nueve personas, de entre 43 y 57 años, acusados de los delitos de receptación y pertenencia a organización criminal. La manera de actuar de esta banda se basaba en comprar el botín de ladrones multirreincidentes por un precio por debajo del valor original de los objetos, con la finalidad de obtener un beneficio económico poniéndolos a la venta, subiéndoles el precio.

El punto de partida de esta operación fue abril del 2023. En aquel momento, los dos cuerpos policiales tenían investigaciones abiertas por separado, pero las dos tenían como objetivo desarticular esta organización después de haber tenido conocimiento que ladrones reincidentes de la capital catalana, tanto manguis dedicados a robar en el interior de coches o casas, como bandas más especializadas, vendían los objetos que sustraían a un grupo mucho más grande, asentado en Barcelona pero con ramificaciones en Marruecos, que después reintroducía este material en el mercado de manera ilícita.

El octubre del pasado año fue el punto de inflexión que unificó estas dos investigaciones paralelas. Y es que se localizó una furgoneta, en el distrito de Horta-Guinardó, llena de material cuyo origen el transportista no supo acreditar. Esta acción se enmarcaba dentro del Plan Tremall contra la multirreincidencia en Barcelona. A partir de aquí, y gracias a la coordinación a través del CITCO, se pudo establecer un equipo conjunto de trabajo entre Mossos y Policía Nacional.

Diferentes puntos de receptación por Barcelona

Después de comprobar la procedencia ilícita del material encontrado en la furgoneta, se procedió a la localización de los presuntos autores de los robos. Gracias a eso, pudieron encontrar varios pisos gestionados por los miembros de la banda de receptación. Los investigadores observaron cómo diferentes ladrones de la ciudad condal acudían a estos domicilios para vender teléfonos, portátiles, productos de lujo, entre otros, a los sospechosos, miembros de un mismo clan familiar.

 

Según pudieron comprobar los agentes, el destino de todos estos objetos era Marruecos o, en menor medida, el mercado ilícito español. El transporte lo realizaban aprovechándose de furgonetas y camiones que llevaban mercancía legal, sin que los conductores de los mismos tuvieran conocimiento de que estaban incurriendo en un delito. Esta parte era gestionada por un miembro del clan que se dedicaba a la logística de estos transportes.

Explotación del caso y recuperación del material robado

El pasado 7 de febrero se pudo hacer la explotación de la investigación con siete entradas y registros simultáneos en domicilios de Barcelona y Sabadell, así como en dos almacenes de Montcada i Reixac. En esta fase de la operación participaron más de 150 agentes, y requisaron 7.000 euros en efectivo, una máquina contadora de dinero y un kit de comprobación de oro con báscula, líquido y lupa. Además, se recuperaron portátiles, cien teléfonos móviles, drones, cámaras, cafeteras, freidoras de aire y otros aparatos electrónicos, todo todavía con el precinto original; joyas, gafas de óptica y perfumes de lujo, entre otros objetos.

Durante las entradas también se procedió con la detención de nueve personas que pasaron a disposición judicial el pasado 9 de febrero. El caso continúa abierto, ya que no se descartan más detenciones. También se está llevando a cabo un estudio exhaustivo de todos los materiales recuperados, por un valor superior de 4 millones de euros, para poder localizar a los propietarios de estos.

Por otra parte, se intervinieron prendas de ropa de marcas de lujo, vehículos de alta gama y los papeles de un inmueble valorado en 150.000 euros, una compra que hicieron gracias a los ingresos que obtenían de su actividad ilícita.