Muchas veces las personas deciden comprar viviendas o vehículos que no están en buenas condiciones y, después de invertir dinero y tiempo en ellos, se convierten en objetos o casas muy aprovechables y que aumentan considerablemente su valor inicial.

Para trabajar en la reparación y restauración de una casa o de un vehículo hace falta tener conocimientos previos o poder invertir en profesionales que sepan trabajar en lo que se desea mejorar.

El riesgo, a priori, es realmente bajo en estas ocasiones, ya que la mayoría de elementos que se encuentran en malas condiciones suelen tener un coste muy accesible. La persona debe decidir si es rentable invertir elaborando un plan en el que tenga los gastos calculados para evitar unas pérdidas masivas.

El autobús que estaba en un estado lamentable

En los últimos días se ha popularizado en varios medios y en las redes sociales la historia de Luke Whitaker, un hombre de 37 años, que volvió a vivir a la casa de sus padres poco después de que la situación sanitaria provocada por el coronavirus colapsara el mundo.

Luke Whitaker estaba harto de pagar un elevado precio por el alquiler y decidió que empezaría a vivir en una caravana. Esto le daría la libertad que quería y podría tener una vivienda algo diferente con la que podría viajar cuando quisiera.

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La caravana después de la reforma / Twitter

Su padre le ayudó a buscar una caravana, pero los precios eran demasiado altos y Luke no estaba dispuesto a gastar tanto dinero. La solución fue comprar un autobús BMC Falcon, del año 2001, que estaba abandonado en un desguace de Hereford, el dueño no sabía qué hacer con él y lo vendió a los Whitaker por 1570 euros, una cifra simbólica.

La reforma del autobús

Uno de los problemas más grandes del autobús es que el motor no funcionaba y tuvieron que usar una grúa para desplazarlo y llevarlo hasta la granja de los padres de Luke Whitaker. Pese a ello, creían que los elementos estructurales del vehículo eran buenos y podría ser una buena inversión.

Para arreglarlo por dentro Luke tuvo que invertir mucho dinero, aunque quiso trabajar en la reparación junto a los profesionales que contrató. La inversión fue de unos 10.300 euros.

La pareja de Luke, Nikisha McIntosh, decidió ayudarle en la reparación del autobús y le pareció que era una buena idea invertir en ella. La renovación del vehículo duró unos dos meses en los que Luke estuvo viviendo en el interior del medio de transporte.

Después de trabajar durante un tiempo, consiguieron transformar el viejo autobús en una caravana de lujo. Hablaron con los compañeros del The Sun sobre el resultado final: "Quitamos los asientos y los calefactores, colocamos un piso nuevo, cambiamos los costados, construimos el dormitorio y acondicionamos la cocina. Lo más difícil fue poner la chimenea, pero fue más fácil viendo tutoriales en YouTube", dijo Luke.

Muchas personas quieren contratar a Luke para que les ayude a reacondicionar otros vehículos: "Es increíble ver una idea hacerse realidad. Todavía no puedo creer que lo hicimos, me hablan cada día muchas personas para que les ayude a hacer reformas similares", comentó.