"Me metí dos rayas, yo y dos colegas. Y si vieras cómo nos poníamos...", rezaba uno de los audios difundidos después de la fiesta. Uno de los afectados llegó a un bar diciendo que había una chica acosándolo, y en realidad se trataba de un taburete. Se fue a un cuartel de la Guardia Civil a denunciar. Otro de los afectados se cocinó unos huevos fritos con Fairy en vez de aceite en la sartén. A continuación destrozó la casa a puñetazos y a patadas y, a continuación, se tuvo que someter a un lavado de estómago. Otro afectado estaba en casa desnudo y con la cara destrozada cuando llegó la policía. Se había rajado al creer que estaba invadido por cucarachas. 

Ocurrió en agosto tras un fiestón en Coria. En la provincia de Cáceres dos personas fallecieron por el consumo de cocaína adulterada y otras tantas tuvieron que ser atendidas por alucinaciones. Ahora ha trascendido con qué adulterio estaba cortada la droga. 

Muertes y alucinaciones por cocaína en Cáceres

El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses ha alertado este viernes de que la partida de cocaína que acabó con la vida de los dos jóvenes y provocó 15 heridos en la provincia de Cáceres estaba adulterada con atropina.

Cocaína / Recurso

Así pues, entre los consumidores, a los efectos de la cocaína se les sumaron además los de la atropina, un alcaloide extraído de ciertas plantas. En dosis terapéuticas se puede usar como antídoto de ciertas intoxicaciones o para la reanimación cardiopulmonar. En dosis 'caseras' y no supervisadas su consumo produce taquicardia, taquipnea, hiperpirexia, alucinaciones, ataxia o reacciones psicóticas. En los casos de más gravedad puede producir colapso circulatorio, insuficiencia respiratoria, parálisis o coma.

Una intoxicación aguda producida por el consumo de una mezcla de atropina y cocaína es muy peligrosa y puede producir una muerte súbita, según el Instituto de Toxicología. Los efectos cardiovasculares y respiratorios producidos por la cocaína se multiplican con la atropina.

Cocaína / Pixabay

Desde el Instituto han recordado que en el año 1997 ya hubo una intoxicación parecida en Madrid. Asimismo, a finales de 2004 y principios de 2005 se notificaron varios casos de intoxicación en Bélgica, Francia, Italia y los Países Bajos, que involucraron una mezcla de ambas sustancias.

Detención del camello

El primer caso mortal se registró en Coria. Un hombre de 37 años. Poco después se desató la alarma por la gran cantidad de personas que empezaron a acudir al servicio de urgencias del hospital de la localidad y todo fue atar cabos. Al poco tiempo falleció otro hombre en Plasencia. Los jóvenes reconocieron haber consumido droga y colaboraron con la Guardia Civil para localizar y detener al camello.

La caza fue exitosa y tras unos días de búsqueda la policía arrestó a un hombre de 30 años, natural de Coria, como responsable de la distribución de la cocaína. El juez decretó prisión provisional sin fianza y el sospechoso se ha negado rotundamente a facilitar el nombre del contacto superior que le vendió a él la cocaína. 

El camello está acusado de un presunto delito contra la salud pública y varios delitos de lesiones por el número de personas intoxicadas.